Al escuchar mi rugido, sentirán mi furia y el frío del Norte me acompañará.
"Están ante la presencia de su alteza, Cassana Stark, de las casas Baratheon, Lannister y Stark. El Ciervo de Oro. La Luz de Poniente. El Demonio del Tridente. Orgullo del O...
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La gente del Norte abría paso a su Rey, quien buscaba con desesperación a su Reina, pues está, había estado llena de malestares los últimos días y sus hombres no la dejaron participar en la última batalla.
- Déjeme curar sus heridas, mi Rey.
La voz de Talisa resonó sobre el bullicio del campamento.
- No te preocupes, Talisa. Mi esposo tiene quien le atienda.
La voz de Cassana hizo que Talisa saltará en su sitio. Robb sonrió al observar a su esposa y Cassana no tardó en responder aquella sonrisa.
- ¿Son buenas noticias?- preguntó ella.
- ¡Hemos vencido!
Y el campamento se llenó de birotes. Cassana avanzó hasta Robb para dejar un beso en sus labios, tomando sus mejillas, a lo que su esposo tomó su cintura con fuerza.
- Yo te tengo una mejor- sonrió.
- ¿Ah sí?
- Lady Mormont ha llegado con los niños- su sonrisa de hizo más grande-. Y... Parece que tendremos otro- sonrió dejando sus manos en su vientre.
- ¿Estás diciendo que...?
- Estoy en cinta, seremos padres otra vez- habló más fuerte.
Robb soltó una carcajada tomándola de la cintura, alzandola y dándole vueltas en el aire, causando nuevos gritos y carcajadas de felicidad entre los hombres del Norte.
- Me haces tan feliz- le susurró Robb antes de besarla.
Caminaron hasta la Gran Carpa recibiendo bendiciones para el nuevo bebé por parte de toda su gente. Benjen, Robert y Joanne habían crecido mucho los últimos meses, pareciendose cada vez más, Benjen con sus rizos cobrizos y los ojos verdes, Robert cuál Baratheon y Joeanne cómo una exquisita mezcla de sus padres. Robb camino basta la cuna con la intención de tomar a su pequeña princesa en brazos pero Cassana lo detuvo.
- Alto ahí, maravilloso padre- Robb volteo a verla alzando una ceja con impaciencia-. Ve a tomar un baño, luego puedes cargarlos. No tomarás a mis hijos oloroso a sudor, barro y sangre, no quiero que se familiaricen con eso, menos en su padre.
Robb sonrió.
- Amo cuando te pones territorial con nuestros pequeños loveznos, pero he esperado muchísimo para volver a tenerlos.
- Y yo para tenerlos a todos juntos, pero eso no te salvará del baño primero.
El rey en el Norte rió antes de obedecer a su esposa y caminar a la bañera mientras se deshacía de su ropa.
- Ahora debemos negociar con los Frey- murmuró Robb mientras la princesa le lavaba el cabello-. Sabes lo que pasará ahora ¿Cierto?
- Si Robb, me he aprendido el plan al derecho y al revés. No he podido parar de pensar en ello después de la traición de Theon, pero estoy segura de que Bran y Rickon están vivos.
