« Capítulo Cuatro. Los Testigos » ✔

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RUDE BOY — RIHANNA

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RUDE BOY — RIHANNA

'Si me permiten, voy a acabarme mi cena'


Bella

Encontrar la nota de Alice y la orden de buscar testigos fue clara y no perdimos el tiempo, siendo Carlisle y Esme los primeros en irse de Forks en busca de sus amigos más cercanos. Nosotros iremos dentro de dos días a visitar al Clan de Denali.

Carter no había regresado a la mansión y supe por medio de una llamada con Charlie que estaba los siguientes tres días en Seattle y aquello me pareció correcto, era el tiempo necesario para que nosotros trajéramos a todos los vampiros, pero también eran tiempos inquietantes.

Un humano entre tantos vampiros sería difícil y con el carácter burlón, insensato—y a veces inmaduro—de mi hermano, haría probablemente las cosas más difíciles aún. Esperaba que él no apareciera de sorpresa, no se si sería capaz de manejarlo con tranquilidad, no sabía como los demás reaccionan a él, era probable que alguien lo atacara y yo atacara a alguien más con tal de defenderlo.

Allí estaba, con un libro en las manos, leyéndole a Ness antes de que durmiera, a veces extrañaba el poder hacerlo también, tener esa tranquilidad que me daban las horas de sueño, apagar mi mente y cuerpo por las horas necesarias. Ahora, tendría que estar eternamente despierta y sin posibilidades de dormir, solo era capaz de cerrar los ojos.

—Buenas noches, cielo —bese su frente, viéndola sonreír.

—Buenas noches, mami

Me levanté de la cama al mismo tiempo que ella se aferraba aún más a las mantas, fui hasta afuera de la habitación, encontrándome con Rosalie en el pasillo.

—¿Tu hermano no vendrá hoy? —la miré un poco sorprendida antes de negar.

—No, Charlie dijo que debía trabajar —asintió antes de ir más rápido.

« ¿Le gusta? o ¿Le agrada? »

Lo que fuera, no me sorprendía, bueno, de parte de ella si, pero de los demás, para nada.

Decidí ignorarlo, tomarlo como algo no tan raro y fui hacia la sala en donde comencé a escuchar las notas del piano, al llegar Edward estaba allí, sentado frente al instrumento y jugando con él. Emmett estaba sentado en el sofá y mirando hacia el, era lo más interesante para hacer por el momento.

—Emmett, ve a darle de comer a los perros —Rosalie llegó hasta nosotros con una bandeja en las manos, habían sándwiches y mucha salsa —¡Ve!

—¿Por qué no lo hace Bella, o Edward?

—En este momento, lo único interesante para escuchar es Edward, tu estas allí como idiota sentado, yo prepare la comida

—¿Y Bella?

1. Hybrid / Emmett CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora