1. Hybrid / Emmett Cullen

« Epílogo. Tú y Yo » ✔

Los meses después de la pelea que no sucedió fueron tranquilos, Aro insistió en que lo visitara, pero no tenía ningún tipo de control sobre mi, yo no iba a obedecer y no lo visite, sin embargo, envíe una carta contando mi historia y porque no iría a ese lugar, Alice no vio futuros problemas con ellos así que al final, todos se mantuvieron tranquilos, un regalo de bienvenida llego una noche, los Vulturi me aceptaban, en cambio, enviaron un anillo de regalo, hecho de plata, tallados en él, un lobo, árboles y estrellas hechas de diamantes, era un anillo hermoso y no me lo quitaba.

Termine siendo transferido al hospital de Forks, con Carlisle como mi maestro y ambos éramos "un equipo" como nos llamaban, Emmett y yo nos hicimos aún más unidos y finalmente terminamos de conocernos y aprendimos a convivir y todo fue aún mejor. Renesmee siguió creciendo y ya nadie tenía miedo, Sam finalmente acepto que Nessie y yo éramos diferentes. Los de Denali nos visitaban seguido y pronto, Rosalie, Kate y yo nos hicimos cercanos, Carmen parecía ausente, seguía en duelo, extrañando a su hermana.

En cuanto a Leah, no me veía con desconfianza, finalmente admitió que me extrañaba y estaba feliz de tenerme cerca, ya no importaba ser medio vampiro y medio lobo, dijo un día "sigues siendo Carter".

Emmett y yo salíamos a cazar unos días antes que el resto de la familia, para poder aprovechar la casa vacía cada vez, los primeros en irse por la mañana eran Esme y Carlisle, ellos reunían a los animales y los demás los alcanzaban por la tarde.

Emmett y yo éramos más salvajes, todos podían darse cuenta de eso, ambos éramos demasiado ruidosos, así que eso "asustada" a las manadas, la verdad era que ambos jugábamos, eso era todo. Edward decía que "jugábamos con la comida".

Ahora, la casa estaba vacía, había decidido cazar otra cosa, al vampiro en la habitación, así que subí las escaleras paso a paso, al ingresar, él ocupaba la cama, mantenía los ojos cerrados y estaba completamente quieto, solo había un detalle interesante con él, estaba completamente desnudo debajo de la sabana, a veces hacia eso, se acostaba después de la ducha y permanencia allí.

A veces no había nada sexual en aquella postura, él simplemente disfrutaba de su desnudez y yo disfrutaba de la vista y era completamente normal, sin embargo, en este momento, salive, mordiendo mis labios y decidí acercarme a él. Al estar frente a él, abrió los ojos, elevo las cejas en mi dirección, sonrió antes de levantar la mano hacia mi.

—Tienes demasiada ropa, cariño —los apodos eran lo suyo, siempre tenía algo nuevo.

—Ayúdame —el mayor se sentó, con la sabana cubriendo solo su entrepierna cuando se sentó y sus manos fueron a mi cuerpo, rompiendo mi camisa.

Quitándome las sobras de la tela rota y rasgada, al terminar fue a los botones del pantalón, sus labios fueron a mi abdomen y cuando la parte inferior de mi vestuario se fue, sus manos apretaron mis muslos con fuerza, llevándome a la cama junto a él.

Gemí quedando debajo de su cuerpo, lleve las manos detrás de su cuello y me mordí los labios en cuanto ingreso en mi.

—Emmett —gruñí.

Mi cuerpo no era de hierro, pero podía aguantar su fuerza tanto como la respiración. Beso, mis labios mientras embestía en mi interior.

—Carter —gimió.

Tenía la costumbre de pasar sus labios por todo mi pecho, para terminar concentrado en mi cuello y sintiendo el aroma de mi sangre, él decía que era adictivo. Cambie de lugares sentándome en su regazo, con las manos sobre su pecho y la espalda arqueada, de modo que podía disfrutar a mi propio ritmo, verlo cerrar los ojos y apretar la mandíbula y muslos era la mejor parte.

El orgasmo era sin duda lo mejor de todo el encuentro.

—Un vampiro jamás decepciona, ¿no es así cariño? —me reí.

—Tú lo dijiste

La isla Esme era hermosa, era todo lo que Emmett había prometido y más. Estábamos solos, éramos solo nosotros y habíamos hecho de todo, y lo hicimos en todos lados.

Abrí los ojos buscando a Emmett, no estaba allí acostado a mi lado como los días anteriores.

—Emmett, ¿dónde estás? —pregunte.

—Aquí —al girar lo vi frente a la ventana, de brazos cruzados, tenía manchas de sangre en la ropa —¿Cazando sin mi?

—No quería despertarte —sonrió antes de acercarse —Parecías cansado

—¿Y quién tiene la culpa? —me senté y alargue las manos hacia él, dejándolo sobre la cama y tomando lugar sobre él.

—Tú —eleve las cejas —Cada vez que estás sobre la cama terminas sobre mi, eso me encanta y lo sabes —eleve los hombros —¿Quieres desayunar?

—Sí, a ti —lo besé.       

ESTA HISTORIA SERA REESCRITA Y REPUBLICADA, ASÍ QUE ES POR ESO QUE DECIDÍ TERMINARLA DE ESTA FORMA. ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y QUE VUELVAN CUANDO ESTE COMENZANDO A PUBLICARLA DE NUEVO.

Desde ya muchas gracias, y lamento hacerlos esperar tanto. Ya sé darán cuenta por qué decidí cambiarla jeje.