9. Recuerdos amargos P2

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Nishikata continuaría narrando sus recuerdos a Takagi, tenía que aferrarse a la poca estabilidad emocional que había conseguido construir hasta ese momento. "No debía dejarse caer en lágrimas frente a su amiga" era lo que pensaba.

Nishikata: Recuerdo ese día perfectamente, es un día que me costará mucho quitarme de mi cabeza, lo que pasó fue tal que así...

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Sora: ¡¡Lo logré, sí!!

Decía la chica miemtras sostenía la carta de admisión en la mano.

Nishikata: Ya veo... Que bien por ti, hermana.

Sora: ¡¡Lo sé soy la mejor!! Jejeje

Nishikata: sí... Lo eres...

Sora: ¡¡Tengo muchas cosas en las que pensar, ¿qué debería llevarme? ¿A qué sede me asignarán?

Un par de ideas cruzaban por la mente de Nishikata, pero era incapaz de conectarlas.

Nishikata: Sora, Yo...

Sora: Oh, ¡Quizás debería avisarles a los de la escuela que ya no asistiré el siguiente semestre si...!!

Sora voltearía finalmente a ver a su hermano directamente, lo que podía ver era algo distinto a una emoción positiva... él estaba temblando.

Sora: Oye... ¿estás bien?

Ella intentaría acercarse un poco a él.

Nishikata: Sí, estoy muy feliz por tí....

Sonriendo falsamente el retrocedería, estaba al borde del colapso.

Sora: No lo pareces, te conozco desde que eramos pequeños sabes. -preocupada-

Nishikata: No es nada en serio, estoy bien. -volteándose-

Sora: Sé que no es así, solo dime...

Ella intentaría agarrar su hombro pero el reaccionaría antes.

Nishikata: ¡¡Eh dicho que estoy bien maldita sea!!

Nishikata había volteado hacia ella gritándole.

Sora: Tú... Nunca me habías hablado así
-voz temblorosa-

Nishikata: No...bueno yo... No fue mi inten.... Sniff... ¿¡EH!?

Sora: ¿Porqué... estás llorando? -preocupada-

Unas gotas de tristeza empezarían a emerger de los ojos del chico, eran totalmente involuntarias y no las podía detener.

Nishikata: Yo... -sniff- yo..Tsk

Nishikata se voltearía denuevo y saldría corriendo de su habitación para luego huir de casa.

Sora: ¡¡Oye, hermanito espera!!

Se podía escuchar a Sora llendo tras de él, aún mientras corrían, ella preguntándole en voz alta trataba de entender que es lo que le sucedía.
Él no decía nada, solo seguía corriendo.

Nishikata mente: ¿¡Cómo rayos llegamos a esto!? -pensaba mientras huía-

Si ella se enterase la razón por la que él está así, nunca más podría volver a mirarla de la misma manera a la cara como antes, de no salir bien podría destruir su amistad.
El miedo a lo desconocido de su respuesta es lo que no le permitía pensar con claridad, después de todo, no era más que un niño pequeño.

Nishikata mente: Todo sería más fácil si me ignorases y ya... Por favor, ¡detente!

Sora: ¡¡Vuelve aquí, que es lo que tienes que decirme!!

El arte de aprender a volar - KJNTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora