17. La dama de la tragedia P2

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Mamá H: -Suspirando- Hace ya algunos años, recuerdo que habían pasado unos pocos meses desde el nacimiento de mi sobrina, mi linda sobrina.
-sacando una foto de su escritorio.-
Tenía una mirada tan bella como su madre, bautizada bajo el nombre de lo que unió un día a sus padres.
-mirando a una ventana-
El cielo.

Nishikata: ¿Por eso se llamó Sora?

Mamá H: Sí, ¿Un lindo nombre no? sus padres se conocieron en el festival de esta isla, así que le pusieron un nombre que signifacara su conexión... "Sora".
La niña de sus padres, engreída de su hogar.
A sus pocos meses de edad llenó de esperanza nuestros corazones.

Nishikata: Si todo eso es cierto... ¿qué fue lo que pasó? -preocupado-

Mamá H:  Todo comenzó ese día... ese maldito día.

Mi cuñado llegaba de trabajar con noticias sobre sus vacaciones, así que la familia pensó que era un buen momento de darnos un pequeño viaje.
Localizamos una isla cercana a este lugar, donde predominaban los grandes campos y la vida rural.

Nishikata mente: Mi hogar...

Mamá H: Acordando la fecha, decidimos ir toda la familia al puerto de alta mar. No contabamos con que los barcos estarían llenos, así que decidimos rentar... -cruzando los dedos-

Nishikata: ¿avionetas?

Mamá H: Sí, no fue algo precisamente barato, pero aún así buscamos las más económicas posibles a petición de mi cuñado.
-apretando sus manos-
De haber sabido que esa sería la última vez que los volvería a ver. Hubiese preferido mil y un veces más esperar todo el día al siguiente barco.

Nishikata: -sudando frío- No me diga que...

Mamá H: Un accidente aéreo, una mala maniobra a cierta altura del mar, terminó por arrebatarme parcialmente mi capacidad para caminar, dejo grave a mi esposo.
-bajando la cabeza-
Me quitó a mi madre, mi padre, mi hermana, mi cuñado, y además...
-viendo el colgante del chico-
Me había arrebatado la vida de mi sobrina.

Nishikata apretaría impulsivamente su collar.

Mamá H: -sollozando- o al menos eso era lo que pensaba.
Desperté en el hospital muchos días después, mi esposo tardó aún mucho más en su recuperación.
Para cuando salimos de alta del hospital, ya habían pasado días en los que la guardia costera había dado por muerto a todos los miembros restantes de mi familia.
Eventualmente encontraron 4 cuerpos adultos que correspondían en características a ellos.
Pero nunca pudimos encontrar a mi sobrina,
-cruzando dedos-
solo podíamos pensar en lo peor, ya que ella era prácticamente una bebe.
"No hay manera de que pudiese sobrevivir a algo así" pensamos todos.

Nishikata mente: -mirando al cielo- Sora...

Mamá H: Tras llevar terapia un par de meses por lo sucedido, y que los guardas nos aseguraron que ya no podían hacer nada... es que frenamos su búsqueda. Decimos velarla simbólicamente junto al resto de la familia.
-guardando la foto-
Muchos años después, mi esposo y yo rehicimos nuestras vidas, tuvimos a nuestra hija y eventualmente una enfermedad me lo arrebató a él también, mis piernas recayeron y llegaron al punto de que perdí la movilidad completa de ellas.
-sollozando-
Pero aún así, no teníamos nada de que arrepentirnos... habíamos decidido vivir. Dejando atrás el amargo recuerdo de aquello que se llevó a parte de nuestra familia hace tantos años.
Fue mi pequeña, mi hija... la que nos dio una nueva razón para seguir viviendo.

Nishikata empezó a unir algunas cosas en su cabeza, el pueblo de donde él venía era uno relativamente desconocido. Por lo que la aparición de una bebe con su nombre y apellido, pero que ya había sido registrada como muerta no era algo de lo que se pudiese sorprender, no tenían ningun tipo de conexión tan bien establecida con el exterior.
Por eso es que muchas personas emigraban eventualmente de su hogar.

El arte de aprender a volar - KJNTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora