14. El valor de mi vida

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Nishikata empezaba a recobrar poco a poco la conciencia, él sentía que su cuerpo se había vuelto algo más ligero de lo que recordaba. Aunque había algo extraño en el ambiente.

Nishikata: -sobando su cabeza- ¿Dónde estoy?

Mirando a sus alrededores sentiría un aura familiar.

Nishikata: Esos muebles...
-mira por una ventana-
esta vista...
-pasando saliva-
No hay ninguna duda, esta es...

???: Nuestra casa, ¿No es así?

Nishikata: Tú.. -temblando- ...Sora.

Sora: Vaya vaya, llegaste más pronto de lo que pensé. Hermanito. -sonriendo-

Nishikata: ¿Qué rayos está pasando?
-golpeando su cabeza-
¿¡estoy en otro sueño raro!?

Sora: ¿¡Sueño raro!? Hmmmm... -sonriendo-

Nishikata: ¿Qué? -nervioso-

Sora: Nada -pícara-

Nishikata mente: Esto debe de ser otra de esas pesadillas, debo buscar la manera de despertar y...

Sora: Esto no es una pesadilla sabes.

Nishikata: ¿Eh? -confuso- ¿Entonces qué...?

Sora: moriste.

Nishikata: -sudando frío- ¿Có...Cómo?

Sora: Es tal cual como dije, has muerto.
Ya no estás más en el mundo humano.

Nishikata empezaría a recordar lo último que hizo antes de aparecer donde estaba. Iba de camino a casa cuando vio que un perro estaba a punto de... ¿de... ¿De qué?...

Nishikata mente: ¿Un perro? ¿porqué acabo de pensar en un perro?

Sora: ¿Debió ser muy duro para ti no? -apenada-

Nishikata: ¿Duro?

Sora: Sí, te pusiste muy triste desde que me fui.
-acercándose- siempre hacíamos todo juntos, perderme te debió dejar muy golpeado emocionalmente.

Sora se pararía frente al chico y empezaría a acariciar su cabeza.

Sora: No sabes cuanto lo lamento, haberte dejado atrás. -sollozando- tu también eras muy importante para mí.

Nishikata: Sora... -un poco rojo- yo...

Sora: Gracias, por haber intentado cumplir la promesa que me hiciste de llevar el collar al cielo por mi.

Nishikata: -avergonzado- Ah no fue nada...

Nishikata sacaría el collar que siempre guardaba consigo pero notaría algo extraño.

Nishikata: ¿Un anillo...?

A nishikata le empezaría a doler un poco la cabeza, Sora al percatarse de esto lo abrazaría por sorpresa.

Nishikata: ¿Eh?- So..sora -nervioso-

Sora: Esta bien, no tienes que pensar en nada más. -tocando su rostro otra vez- yo estoy aquí,
¿Y sabes qué? me he sentido sola por mucho tiempo.

Nishikata: ¿En serio?

Sora: Sí, no sabes lo mucho que echo de menos tu compañía. No como tu hermana, como tu amiga....o quizás -sonriendo apenada- algo más.

Nishikata se sonrojaría ante esas palabras, pero a la vez estaba con un dolor de cabeza que se hacía más y más pesado. Algo intentaba volver a su mente.

Sora: Tranquilo, ya no tienes que estar solo...
-poniendo sus brazos alrededor de su cuello-
Y yo ya no estaré sola, te perdono -sonriendo-
Se que diste lo mejor de ti por cumplir tu promesa, pero ahora ya no importa.
Estoy feliz por tenerte aquí conmigo...

El arte de aprender a volar - KJNTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora