10| Problema "Familiar"

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No sé en que momento me convertí en uno de los "mejores hombres" de Massimo, puede que salvar la vida de Piero y Adney ayudara, mi "plan suicida" para acabar con los suministros de "Cerbero" también debió servir; pero cuidar a Gianna, vaya, eso es lo que cambió todo.

Sigo en la mansión, pero Massimo me ha dado más trabajo; más chantajes, más vigilancia, trabajos algo caóticos... Mi reputación crece.

Mikey Salvatore; el enmascarado de los Camorra.

El trabajo se duplica, mi reputación empeora, y mi relación con Auri mejora. Cuando estoy en la mansión está siempre conmigo, siendo cariñosa, cuando no estoy me deja mensajes, bastante adorable... Un suspiro de toda la oscuridad.

Pensar que han pasado dos meses, tengo cuatro meses perteneciendo a la familia "Salvatore", siendo un "Camorra"... Como ha pasado el tiempo.

—Oye, ¿qué quieres hacer en Halloween? —pregunta la morena.

Bajo la mirada, la veo sobre mi regazo, acostada, viéndome con una sonrisa. ¿Cómo me permito divagar cuando tengo a una mujer tan hermosa junto a mi?

—No lo se, aún faltan dos meses

—Seis semanas —corrige sonriendo.

—Dos meses.

Ríe, aprieto un poco su mejilla. Permanecemos en silencio, ella acostada sobre mi, yo recostado contra el respaldar de mi cama; estos momentos son perfectos, son pacíficos... Son todo lo que deseo en mi vida.

A veces pienso... Que lo mejor sería huir con ella, lejos de este mundo, del caos.

Sería perfecto.

—¿Quieres salir a ver a los niños pedir dulces?

Siento escalofríos. ¿Por qué debería verlos?

—No —susurro.

Se parta con rapidez y me ve. Se queda sentada a mi lado, acariciando mi mejilla.

—¿Te traerá malos recuerdos? —pregunta con calma.

Asiento.

—Oh, Mikey.

Une nuestras frentes, luego deja mi cara contra su cuello y me abraza con fuerza; esto ya ha pasado, ella sabe cuando el tema es delicado, lo toca por error y decide evitarlo, no quiere obligarme a hablar de ello, no quiere herirme haciéndome recordar todo... Es un ángel.

Un ángel que merece saber la verdad.

—Auri...

—¿Qué pasa cariño?

—¿Quieres... Saber qué pasó?

El silencio nos invade, me aparta con rapidez sorprendida; yo la veo... Lo que está a punto de oír, Dios.

Esta a punto de oír la mayor payasada de su vida. Un cuento de un mocoso patético. Delirios patéticos de una sabandija.

Cierro mis ojos, aprieto mis puños. No... No son delirios, no es un cuento, no es una payasada. Es mi maldita realidad.

—No. No quiero obligarte a recordarlo —suelta con calma.

—Hoy... Puedo hablar de esto, déjame hablar.

Abro mis ojos, me encuentro con los suyos; llenos de pesar y preocupación.

Trago saliva... No será lindo de oír.

—Auri... Yo...

—¡Mikey ven! —grita Adney.

Su grito me asusta. Auri me ve, lleva su mano a mi mejilla una vez más.

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