Gobernantes

CAPÍTULO 7.

                                                                           Lexi.

-¿Me vas a contar ya todo lo que ha pasado antes con el rarito de la última fila?- Me pregunta Kevin una vez estamos metidos en su piscina.

-Nada importante. Solamente que me estaba mirando toda la clase así que fuí a encarrarle y me salió con que yo le resultó fascinante pero algo en sus ojos me decía que no era solo por eso.

Tiene que haber algo más.

-¿Y por qué más sí no?

-No lo sé. Pero lo pienso averigüar.

-Lexi es muy peligroso, ¿Y si es un acosador que termina obsesionado contigo?

-No sé si será un acosador que termine obsesionado conmigo o simplemente un chico normal al que solo le he gustado pero tengo que averiguarlo.

-La curiosidad acabará matando al gato.

Y puede que de verdad lo acabe haciendo.

Pero antes de que pueda soltar algo ingenioso Kevin sale de la piscina.

Con su pelo pelinegro mojado hacía atrás...

Ojos azulados grises...

Labios rojizos...

Cuerpo musculoso...

Tatuajes en algunas zonas del cuerpo...

Y aparte de todo eso es el baterista más popular de todo el instituto.

-Voy a por algo de beber, ¿Qué te apetece?

-Una Coca-Cola fresquita.

-Marchando- Y con eso sale caminando hacia atrás como el idiota que es y haciendo gestos raros con la cara solo para hacerme sonreír.

Esa táctica la hacía desde que éramos pequeñitos y no se porque pero siempre que tenía un mal día o un día simplemente agotador eso me hacía sonreír de una manera única.

Eso es porque tu mejor amigo es la polla.

Al cabo de unos segundos vuelve a aparecer con las bebidas en su mano pero está vez no viene solo...

Viene con todos nuestros amigos.

Y cada uno está quitándose la ropa y quedándose en bañador para meterse a la piscina.

Danny se posiciona a mi lado.

-Hola mi amor- Dice al posar sus labios sobre los míos y darme un beso suave- ¿Qué tal en casa?

-Como siempre- Respondo algo cansada de la situación que hay en mi casa.

Todos los demás parecen darse cuenta de que no me apetece hablar sobre eso así que Ivver es el primero en cambiar de tema.

-Chicos que os parece si jugamos a algo.

Ivver es un chico alto, medirá aproximadamente 1'99 metros.

Pelo largo pelirrojo recogido en una coleta...

Ojos verdosos...

Labios rojizos...

De cuerpo delgado aunque musculoso...

-¿Verdad o reto?- Propone Kevin.

Todos asentimos inmediatamente con la cabeza y empezamos el juego.

                                                                      ****

Las dos de la mañana ya...

¡Qué rápido se ha pasado la tarde!

Estoy llegando a casa ahora porque la cosa se ha alargado muchísimo en casa de Kevin...

En cuanto pongo un pie en mi casa soy recibida por una madre un tanto enfadada...

-Lexi Williams, ¿Qué horas de llegar a casa entre semana son estas?

-Lo siento mamá... Nos hemos entretenido más de la cuenta en casa de Kevin.

-Que no vuelva a pasar. Y si lo hace avísame por lo menos.

-No volverá a ocurrir mamá.

-Eso espero. Ahora vete a dormir cariño.

-Buenas noches mamá.

-Buenas noches cariño.

Con eso me voy a la habitación y me tumbó en la cama.

Cayendo así en un sueño de lo más profundo.

Y...

Misteriosamente me vuelvo a encontrar en el mismo lugar que la noche anterior y con la misma persona enfrente mía.

A punto de decirme lo que tanta curiosidad me causa.

-Soy un cíclope.

-¿P-Pero cómo es posible si pareces más humano que cíclope?

-Porque toda mi vida tuve que esconder mi tercer ojo.

-Eh...Vale...Todo esto tiene que ser una locura.

Intento irme de allí. Intento escabullirme. Pero la verdad es que no sé ni cómo salir de este producto de mi imaginación que tampoco sé porqué lo ha creado mi cabeza.

Y al intentar hacerlo. Al intentar irme. Logan me agarra de la muñeca y hace que vuelva a quedar frente a él.

De hecho me quedo a 2 cm de su boca.

-Mira sé que te puede parecer una locura- Inicia con el aliento rozando mis labios- Pero es lo que soy. Es el ser paranormal que me ha tocado ser y me temo que tendrás que ir asimilando todo esto. Que lo paranormal sí existe. Los seres paranormales sí existimos y no somos solo cuentos que se cuentan a los niños para dormir. Porque cariño nos queda un camino muy largo por recorrer juntos.