Hoy te he besado,
han sido dos segundos,
porque te has apartado.
Soy idiota, me lo has dicho.
Tus palabras se repiten en mi mente.
Ton-ta.
¿Acaso es una advertencia?
¿Estás jugando conmigo?
Si es así, creo que me muero.
Te doy vergüenza.
¿Por eso escondias la cabeza?
¿Acaso no soy lo suficientemente buena?
Lo siento.
No estoy a tu altura, ¿verdad?
No sé que pensar.
Aguanto las lágrimas como puedo.
Me da miedo que pasaria si las dejo ir.
Tengo una botella de tequila bajo mi almohada.
Hoy no habrá cortes, tranquilo.