Ganadores. Perdedores.
No hay empates, no mientas.
No hay termino medio.
Vida. Muerte.
¿Acaso hay alguien medio vivo?
No hay medias verdades,
tampoco medias mentiras.
Dejame decirte, jirafa enana,
ocultar la verdad es como mentir.
Hay ocasiones en las que me recuerdo.
Me recuerdo a mi mismo hace meses.
Pensaba que podía estar medio vivo.
Tú me lo enseñaste.
Pero era mentira, ¿verdad?
Cariño, deja de engañar.
No le haces bien al mundo.
Caí en tus redes, sirena de un mar seco,
pero ya no importa.
Miro atrás y solo veo olvido.
Me persigue,
quiere atraparme,
no sé por qué continuar escapando.
Será mejor ser olvidado que ser engañado.
Quizás me equivoque como lo hice al creerte.
No hay medias verdades,
tampoco medias mentiras.
Dejame decirte, cebra sin rayas,
ocultar la verdad es como mentir.
Es de humanos equivocarse, cariño.
Pero cambiemos mi naturaleza.
Preferiría ser cualquier cosa,
si pudiera estar a tu lado.
Me has engañado.
Pero te quiero, ¿sabes?
Es de humanos caer dos veces en la misma piedra.
Tal vez no pueda ser otra cosa.
No hay medias verdades,
tampoco medias mentiras.
Dejame decirte, elefanfe sin trompa,
ocultar la verdad es como mentir.
Una vez me contaste que estuviste a punto de morir.
Muchas veces me contaste que amabas vivir.
¿Cual era la verdad?
No las diferencio.
Tal vez de tanto repetirlo,
te lo acabaste creyendo.
No te odio.
Solo te quiero en silencio.
Eres tan poco y tanto a la vez,
que de existir un término medio,
solo serías la estúpida que cree que existe.