Estúpido error

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Otra vez.

Esto se estaba volviendo caótico y sumamente insoportable.

Lo que inició como una pequeña poción para darle el coraje suficiente en declararse a su crush, terminó siendo una poción extremadamente ridícula de amor. Lo peor es que ni siquiera quería una poción de amor, solo una para valor.

¿Por qué tuve que confundirme de flor? Pensó para si misma mientras intentaba ignorar a las dos personas sentadas frente a ella en su misma mesa, coqueteando e insinuándose.

—Oh Hunter, mi dulce bomboncito— ugh, ella comenzó a sentir más ganas de vomitar de las que ya tenía. Como odiaba esos apodos que se decían.— Sigue con eso, amo como me tocas.

Ok eso sonó mal, pero la chica se refería a como tocaba su cabello y sus mejillas.

Por favor acaben, pensó mientras comía con esfuerzo y ellos seguían con sus risas coquetas, palabras sumamente empalagosas e insufribles. Sin duda así no era como Boscha imaginaba sus almuerzos hace dos semanas.

Estaba a nada de terminar su comida, hasta que vio algo horrible, la pareja se apoyo entre la mesa y acercaron sus narices, y así se dieron un conocido beso de nariz.

—Ok ya no puedo con esto.— Declaró levantándose, dispuesta a irse. Ellos arruinaron lo poco que quedaba de su comida, no comería con esos dos tortolitos frente a ella derramando su amor y haciéndole recordar que fue su culpa por haberse confundido de ingrediente.

Ella dio media vuelta y se empezó a ir, no estaría ahí ni un segundo más. Se había alejado, pero no lo suficiente como para escuchar "Adiós mi pastelito" de parte de él, luego escuchando pasos acercándose y cuando menos lo esperaba, él ya estaba a su lado.

Maldita sea, porque tenía que estar en mi misma clase, suspiró con resignación y siguió con su caminata a su casillero, recogería sus libros de la clase y directo al salón de clases. Aunque eso no evitaba que el divagara de su "dulce pastelito".

—¡Y sus hermosos ojos verdes! Oh, no sabes como me pierdo en esos ojos esmeralda.— Divagó. Ella rodó los ojos antes esas palabras cursis.

Ella también estaba enamorada, para eso fue la primera vez que hizo la estúpida poción de valor que se convirtió en una de amor, pero la capitana del equipo de rugby nunca se comportaría como esa parejita de tórtolos empalagosos.

—Cómo quisiera pasar más tiempo con ella ¡Es tedioso no poder estar a su lado todo el tiempo!

Ella sacó sus libros de la boca de su casillero, luego lo miró.—¿Entonces porque no te unes a la clase de plantas? Así pasarías más tiempo con tu "pastelito".

Ella retomó su caminata, pero le resultó extraño no escuchar los pasos de él, así que volteó pero solo para verlo sonriendo, una extraña sonrisa muy grande.

—Esa es... ¡UNA FABULOSA IDEA!— Gritó, para luego acercarse a ella y abrazarla. Muy fuerte para su gusto.—¡Eres increíble Boscha! Ahora mismo iré con el director Bump y le pediré pasarme a clases múltiples.— Exclamó corriendo hacía la oficina del director.

—¡Pero la clase empieza en- oh a quien le importa.— Se dijo a sí misma, nuevamente retomando su caminata a su salón de clases.

Una vez entrando, su mente se inundó en los recuerdos de aquella noche hace dos semanas.

***

—Y unos pétalos de girasol molidos, ok eso es fácil.— Se dijo a sí misma con confianza. La poción que hacía no era nada difícil, con pocos ingredientes y fáciles de encontrar.

Estúpida pociónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora