Estúpida amistad

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Con la poción ya lista, Eda le ofreció un cucharón a Aquiles con una sonrisa torcida.

—Vamos, chico, bebe de esto.— Dijo, acercando el cucharón hacía la boca. A pesar de que Aquiles quiso negarse, sabía que su vida dependía de si tomaba o no la poción de recuerdos, así que de mala gana tomó.

Cerró sus ojos, saboreó la poción haciéndole sentir una extraña sensación. De la nada, abrió los ojos, los cuales estaban brillando de un color blanco sólido, ese brillo hizo que mostrará los recuerdos que él desearía.

Como si fuera un proyector de películas antiguo que se mostraba con una linterna, el primer recuerdo apareció, un joven Patroclo había aparecido ahí.

—Oh vamos, chico, deja a ese tipo atrás y piensa en ese día. Él ya siguió su vida y anda casado, madura.— Las palabras de Eda eran motivo suficiente para que él desistiera de ayudar, pero sabía que si no lo hacía su vida estaría en peligro.

Así que, empezó a concentrarse en su día de desespero para hacer que Patroclo dejará de estar enamorado de él de forma excesiva, lamentablemente borrando todo su enamoramiento en el proceso.

Darius sonrió al ver como los momentos de lanzamiento de ingredientes al azar empezó, con su pluma y hoja empezó a anotar todo lo que veía mientras Eda se ponía a buscar las primeras cosas.

—Cola de chinchilla eléctrica, ojo de leviatán ¿Enserio logró conseguir eso? Garra de grifo, dedo molido de elfo, cuerno de dos hadas de diferentes especies.— Decía con seguimiento todo lo que veía en el recuerdo.

Eda estaba ocupada buscando con ferocidad todo lo que Darius dictaba, y si no encontraba, seguía con lo siguiente.

Ya era miércoles y el tiempo estaba jugando en su contra, tanto Darius como Eda se estaban empezando a desesperar en de una vez tener el antídoto, solo estaban a dos días de que el festival llegará junto a la luna roja que era la dictadora sobre el futuro de los dos jóvenes.

Debían apresurarse.

***

Luz miró con horror el mensaje que Eda le había enviado, las palabras de "Aquiles es un maldito mentiroso, nos la arreglaremos para llegar el viernes. Ustedes pueden"  fue suficiente para casi hacer que se desmaye.

Habían vuelto a la casa búho con la nueva información obtenida gracias al señor Patroclo, hasta los dos tórtolos estaban ahí con ellos. Todos estando en la sala de la casa, ellos teniendo más que nada intentando avanzar más en la investigación, pero dejando que los enamorados tengan su momento.

En ello, Lilith entró a la sala con algo de nerviosismo mientras en sus manos leía un libro sobre consecuencias de pociones. Su rostro decía fácilmente que no eran buenas noticias.

A pesar de que Luz quería preguntarle qué fue lo que encontró, decidió no hacerlo y en su lugar esperar pacientemente a que ella misma quisiera decírselo y si no lo hacía, debía tener buenas razones para ello.

—Oye, humana ¿Vas a ayuda o te quedarás mirando a la nada?— La voz irritada de Boscha la sacó de su pequeño trance.

—Oh, claro ¿De que hablaban ahora?

—¿Ni eso escuchaste? Agh, que despistada eres— dijo con fastidio, sin embargo colaboró— hablábamos de cómo haríamos que beban la poción, con tu madre mentora acercándose con el antídoto debemos pensar en cómo dárselo sin que lo vean como una amenaza ¿Ideas?— Dijo con calma, completamente segura de que Eda y Darius estaban en camino.

Solo le dio más razones para no decirles, pero debía.

—Sobre eso...

—¿Qué cosa?— La pregunta lanzada de Boscha parecía tener irritación, junto a su rostro.

Estúpida pociónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora