Eran lindos, pero eso ya era exageración.
Cuando Luz se enteró de que Hunter y Willow decidieron establecer una relación fue la primera en emocionarse y felicitarlos, pero ahora... era mucho.
Ni siquiera ella era así con Amity, especialmente cuando estaban en la casa búho, con más personas y una adulta presente. La parejita estaba sentada en el sofá dándose pequeños besos en los labios, la cosa era que Willow estaba sentando en sus piernas y él la abrazaba por la cintura.
Algo que era incómodo de ver.
Escuchar el sonido de sus besos y palabras cursis era algo que la hacía querer vomitar, y eso que ella era una tremenda cursi, pero lo que ellos hacían era pasarse de la línea.
—Ok tortolitos, si tanto quieren seguir besándose háganlo en la privacidad del cuarto de Luz, no en mi sofá.— La voz de su mentora inundó la sala en el momento en que vio a la pareja, pareja que ha estado soportando desde que Hunter decidió traer a Willow tantas veces como podía, haciendo aquel acto aún después de que Eda dejó que se quedará en la casa búho.
—Espera ¿Qué?— Dijo Luz al darse cuenta de lo que dijo Eda.— ¡En mi lugar no! No necesito que lo llenen de su amor.
Tarde, cuando se dio la vuelta divisó como Hunter agarraba de la mano a Willow y la llevaba a su habitación, aunque también era la de él ya que han estado compartiendo dormitorio desde que se quedó.
—¡Hey! Búsquense otro lugar para besarse ¡Pero en mi cuarto no!— Gritó la morena corriendo y poniéndose en frente de ellos, interrumpiendo su partida.— Hay muchos lugares para que sigan haciendo lo que hacían, pero en mi cuarto no.
—Eda dijo que necesitábamos privacidad. Además también es mi cuarto, agregando el hecho de que nunca me queje cuando te encerrabas con Amity.
—¡Es diferente! Me encerraba porque era nuestra cita, ese día hubo lluvia hirviente y no iba a dejar a mi asombrosa novia sin una cita. Además ¡Nunca nos besuqueamos ahí! En otros lugares sí ¡Pero con privacidad y no en cuartos ajenos!— Gritó, pero la pareja ni se inmutó. Luz suspiró.— Vamos, buscaremos un lugar para que puedan estar solos y hacer lo que quieran.— Declaró agarrando el brazo de Hunter y arrastrarlo.
Lo que no esperaba fue lo que sucedió al hacer ese simple acto.
De un momento a otro, sintió como la alejaban de él, la tiraron al suelo y su espalda impactó con el suelo, luego sintió una pierna encima suyo aplastando su abdomen con fuerza, para finalmente sentir algo afilado en su cuello, queriendo sumergirse más en su cuello delgado.
Aterrorizada, miró a quién quería cortarle al cuello, sorprendiéndose de quién estaba encima de ella, mirándola fijamente y con un brillo intenso de furia en sus ojos.
—Wi-Willow ¿Qué haces?— Preguntó con confusión ante la extraña reacción de su amiga, sin contar que se veía muy enojada, y lo peor es que no sabía porque.
Willow gruño, sus ojos llenos de furia se apagaron poco a poco, pero aún seguía habiendo un pequeño brillo de enojo. Con lentitud, se apartó de ella pero aún sosteniendo una planta con forma de cuchillo, apuntándola.
—No vuelvas a tocarlo.
Luz se sorprendió por el tono en que Willow le hablo, ella nunca se dirigió a nadie de esa manera, aunque se parecía un poco al tono que uso la primera vez que la vio, aquella vez en que libero su magia salvaje tras las palabras de Amity.
Solo unos segundos después, Willow se acercó a Hunter y lo agarró del brazo, acercándolo a ella con una mirada dulce como si no hubiese tratado de decapitarla segundos antes; ante ello, Hunter correspondió su dulce mirada sonriéndole como idiota, incluso más de lo que es.
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Estúpida poción
Hayran KurguBoscha solo quería una poción para conquistar a su crush. No que las dos personas que más aborrece se enamoren locamente y que ella sea a quien acudan por ser la persona que hizo la poción. ¿Por qué Hunter y Willow tuvieron que beber de la poción...