Estúpida poción

Estúpida ayuda

Ella nunca creyó que estarían ahí, pero lo están.

Boscha si conocía al padre de Bria, por lo menos se llevaban bien y para él ella era una chica encantadora, aunque puede que ella este fingiendo para caerle bien a su futuro suegro. Lo que si es cierto es que Boscha jamás creyó hablar con él más allá de una conversación trivial y estar en su casa, cuando creyó que eso sería para hablar de su futuro noviazgo con su hija.

Todo estaba saliendo como menos lo pensó por el simple hecho de que ellos tomaron su poción sin permiso, gracioso.

—Vamos, toca.— Le habló Luz, animándola a hacer algo que jamás creyó hacer en esas circunstancias.

Boscha suspiró, para luego acercarse y tocar la puerta ligeramente, unos leves toques esperando a que tal vez nadie los escuche y puedan irse de ahí.

—¿Nerviosa?— habló Amity, con una sonrisa de suficiencia ante su expresión de nervios.— No puedo creerlo, la gran Boscha Patterson está nerviosa.

—Cállate.— Le ordenó, intentando amenazarla con una bola de fuego, hasta que escuchó la puerta abriéndose.

—¿Quién es?— La puerta fue completamente abierta, para divisar a un señor alto de distinguido cabello morado, provocando que la de cabello rosa desapareciera su bola de fuego y sonriera ante la vista del padre de su crush.

—Buenas tardes señor Themis, lamento venir sin avisar.— Y no mentía, tenía planeado hacerle una visita casual a la tienda, pero no se encontraba en su puesto así que por insistencia de los demás, tuvieron que acudir a la residencia de los Themis.

—Oh, hola Boscha, Bria no se encuentra, está con sus amigos salvando a algunos brujos o lo que sea que hagan los adolescentes.— Comentó el mayor, restándole interés en lo que su hija podría estar haciendo, algo que Boscha agradecía porque si no jamás hubiese visto a su querida Bria.

—Buenas tardes señor Themis, somos amigos de Boscha y vinimos a-

—Ellos no son mis amigos.

—Como sea, estamos aquí para hacerles unas preguntas a usted, señor. Obviamente si no es problema.— Comentó Amity, habiéndose puesto enfrente de la de tres ojos, causando un efecto negativo en ella.

—Entiendo, pero ¿De qué quieren hablar conmigo?— Preguntó el señor de unos ojos anaranjados profundos, muy parecidos a los que su hija heredó.

—Debe ser un tema delicado para usted, pero... es sobre lo ocurrido hace unos años con una poción de amor.— Con tan solo la mención de la palabra, el rostro del señor se volvió pálido de repente y todo el color que poseía se desvaneció, él los miró con sorpresa y luego cerró la puerta con fuerza.

—Disculpen, pero no estoy disponible para esa información ¡Gracias por la visita!— Exclamó, para luego escucharse pasos alarmados.

La primera en actuar fue Luz, quién nuevamente tocó la puerta y gritó para que los ayudarán.

—¡Por favor! Es de suma importancia saber sobre eso, se lo suplicamos.

—Lo siento niños, pero no puedo.

—Por favor— dos palabras que jamás pensaron escuchar de la boca de Boscha, ahora mismo estaba pasando.— Se lo suplicamos, todo esto fue por mi error y.... enserio necesitamos de su ayuda. 

Las palabras de la chica de cabello rosa sorprendió a todos los presentes que la acompañaban, la gran Boscha Patterson ¿Pidiendo por favor y aceptando un error? Por un momento creyeron ir a una dimensión paralela donde la Boscha que conocían era amable.