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Lancelot fue llevado rápidamente al consultorio de Gaius al llegar a Camelot, por suerte no había sufrido heridas graves más allá de una contusión

-Traté sus golpes y heridas, sólo hay que esperar que despierte, y lo hará con un fuerte dolor de cabeza-mencionó el anciano, mientras se sentaba a un lado del caballero, se sentía agotado, pues no había descansado lo que necesitaba en esos días, Merlin al verlo tomó iniciativa y se dirigió a preparar una infusión de corteza de sauce para cuando despertara

-¿Contra qué pelearon?-preguntó con interés el tío de Támara, mientras tomaba tranquilamente un té de manzanilla

Con todo lo que había pasado el morocho había olvidado completamente comentarle lo del monstruo a Gaius, esperaba que él supiera al menos su origen y si debía preocuparse por un problema futuro, pero justo cuando se disponía a hacerlo, llamaron a la puerta, aunque no esperaron respuesta antes de pasar

Todos se sorprendieron un poco al ver al príncipe, mucho más al ver que cogeaba

-Arturo ¿Qué sucedió?-Merlin se acercó primero con intenciones de ayudar al rubio a sentarse, pero fue apartado al instante-¿Te lastimaste cuando peleaste con el monstruo? ¿Por qué no dijiste nada?-no podía culparse por no notarlo, nunca pareció estar lastimado

-No fue por eso-dijo toscamente sentándose en una de las sillas del lugar

Gaius lo miraba con curiosidad, podría ser su imaginación pero parecía que no quería hablar con Merlin, con su expresión claramente se notaba indignado

-Deja revisarte al menos-pero justo antes de inclinarse el rubio levantó un brazo para detenerlo

-Deja que Gaius lo haga

Los demás lo miraron con desconcierto, Merlin se preguntaba qué había hecho para molestarlo, Gaius se imaginaba la idiotez que pudo haber hecho para recibir tal rechazo y Valdir sólo trataba de no ser tan obvio en su interés por el asunto

-Arturo, ¿Obligarás a este viejo a levantarse de su cómodo asiento? Mis caderas ya no son lo que solían ser desde hace 20 años -se lamentó buscando compasión, no es que en verdad no pudiera levantarse, si al menos tenía la posibilidad de ayudar al par de jóvenes a resolver cualquier conflicto que tuvieran la tomaría

El príncipe lo miró con cierto recelo, pero estuviera siendo honesto o no, no tenía muchas intenciones de ponerse a pelear por eso, sólo se removió en la silla soltando un suspiro resignado

El mago lo tomó como un permiso de continuar y se inclinó para empezar a retirar la bota y arremangar sus pantalones; a la altura de la rodilla encontró un marcado moretón, estaba un poco hinchado y al más ligero roce le producía escozor

-Sí dices que esto no lo hizo la bestia, ¿Cómo te lo hiciste?-indagó mientras se levantaba para ir por medicinas

-Eso no importa, ¿Puedes encargarte o no?

El morocho no insistió, seguramente debió ser algo vergonzoso para él; tomó los hunguentos necesarios y comenzó a untarlos sobre el golpe, Gaius le daba instrucciones de cómo buscar heridas más profundas; Merlin de vez en cuando volteaba la mirada hacia el rostro del rubio, nunca pudiendo cruzar miradas pues no se había dignado siquiera a mirar lo que le estuviera haciendo, aunque soltara expresiones de dolor

¿Tan molesto estaba que ni siquiera le dirigiría la palabra al menos para quejarse? ¿Qué había hecho?

Por suerte sólo había sido un golpe, estaria adolorido un par de días, pero pronto bajaría si seguía usando los medicamentos necesarios, hizo un vendaje con telas humedecidas con el ungüento, y Gaius le recetó unas infusiones por si el dolor fuera demasiado

Un Amor Real | MerthurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora