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-¿No crees que te vas a meter en problemas? Te agradezco que me ayudaras pero si el tipo recuerda lo que pasó puede levantar falsos sobre ti, te puede hacer ver mal frente a la princesa y...¡¿Me puedes soltar?! ¡me estás lastimando!-

No había puesto atención a los tantos pasillos por los que el rubio lo arrastraba, pero llegaron demasiado rápido a sus aposentos, Merlin casi fue arrojado literalmente dentro, tropezando un poco antes de recuperar el equilibro, mientras el príncipe cerraba las puerta

El joven mago lo miró un tanto molesto y confundido, alzó los brazos enarcando una ceja pidiendo explicaciones

-Eres un completo idiota-esa no era la explicación que buscab

-¡¿Y yo qué hice?! ¡Ese degenerado me llevó! ¿¡Qué querías que hiciera?! ¡Soy una pasta comparado con ustedes!-reclamó acercándose un poco con cada paso, pero el rubio lo ignoró olímpicamente, pasó por su lado llegando a su cama donde empezó a desatar la cinta que sostenía su capa-¡¿y sólo me ignoras?! ¿Ahora qué, te iras a dormir?

-Sí, y tú también-

-¿De qué rayos hablas?-caminó hasta el otro lado de la cama quedando frente a la vista del príncipe

-Ya me escuchaste, te quadaras en el cuarto de sirvientes-

-¿Es en serio?-soltó una ligera risa de incredulidad-Si la fiesta prácticamente acaba de empezar, ademas dejaras sin compañía a la princesa toda la noche, ¿no te preocupa que el Rey te recrimine por eso?

-Si incluso en una fiesta tengo que estar salvándote el trasero, prefiero retirarme y tenerte donde pueda estar vigilando que no cometas otra estupidez-

-¿¡Y ahora que técnicame

nte me secuestren es por culpa mía?!-estiró los brazos hacia el otro totalmente ofendido

-Ve a tu habitación-levantó su vista usando un tono bastante severo, aunque ciertamente ya no le afectaba mucho, sólo intercambio miradas con un ambiente un tanto retador

-Si quieres tú duerme, por cualquier cosa que necesites puedes llamarme, pero yo regreso a la fiesta-hizo un ademan restándole importancia a la orden de su amo, dirigiéndose a la puerta; apenas comenzó a abrirla fue cerrada nuevamente de golpe por el rubio

El mago volteó un poco sorprendido y asustado, nunca se esperó que llegara a su lado tan de repente, y ahora tenia una miraba clavada severamente sobre sí; no le dijo nada, ni fue necesario, tan sólo con esos ojos le decía que si prefería ahorrarse un castigo debía obedecerlo, y aunque intentara abrir la puerta no podría, Arturo tenia apoyada su mano con mucha fuerza sobre esta y la otra empuñada; fue la primera vez en mucho tiempo desde que sintió cierto miedo del príncipe, aunque otra parte le aseguraba, o trataba de convencerlo, que no le haría nada, mas no tentaría a la suerte

Suspiró algo frustrado y se alejó un par de pasos de la puerta, el otro pareció calmarse un poco y volvió a la labor de cambiar su ropa para dormir, el morocho suspiró una segunda vez dirigiéndose a recoger la capa que estaba a punto de caer al suelo desde la cama, pero justo antes de tomarla, de nuevo el rubio se adelantó y la sujetó

-No es necesario, retírate-sentenció sin expresión pero aún con la molestia marcada en su tono de voz, el morocho lo miró por unos segundos mientras el otro volvía con lo suyo, antes de hacer caso e irse a la pequeña habitación para sirvientes

No era tan espacioso como el cuarto que Gaius le había dado, pero tenía cama y con eso le era suficiente; tan sólo se acomodó en esta y se quedo mirando al techo

El barullo del gran salón apenas llegaba como un murmullo y el ambiente estaba tranquilo, perfecto para pensar, o en el caso del joven mago, quejarse

Un Amor Real | MerthurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora