Capítulo 15

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Kurt

El intenso frío que tengo en las articulaciones me hace tiritar, no logro agarrar calor con nada ni quedarme en un mismo puesto por mucho tiempo ya que me incomoda cualquier cosa.

Está por amanecer y debo salir a la bodega a preparar todo para la salida de mañana junto a Gina, quien se fue como la mujer sin temores que se muestra ante el mundo.

No se permitió el que algo la afectara pero en sus ojos puedo notar los cambios que esconde, lucha con ella misma, puedo saberlo con solo estar cerca suyo. Hay leves cambios, apenas perceptibles para el resto pero de gran importancia para mí.

Me levanto de la cama harto de esta situación, saco el chándal antes de meterme a la ducha dejando que el agua relaje mis músculos, necesito que lo hagan ya que un dolor constante lo tengo por cada maldito milímetro de las articulaciones.

Paso mucho tiempo bajo el agua sin un buen resultado, las molestias no aminoran un poco siquiera. Cambiarme es un martirio esta vez, por el incesante quemor en todos lados que no me deja hacer las cosas como habitualmente suelo hacerlas. Abrocho el reloj antes de salir para dirigirme al dormitorio de Mayleen que se encuentra sentada con el cabello enmarañado y la cabeza inclinada hacia un lado adormilada.

__ Arriba - la insto, se frota los ojos con desgano antes de bostezar

__ ¿Puedo dormir tres horas más? - pregunta dejándose caer en la cama de nuevo

Muevo la cabeza de lado a lado

__ En mis tiempos se pedían solo cinco minutos - respondo arremangando la camisa de los brazos para ayudarla a levantarse

__ Cinco minutos no son nada - se queja - Eso tardas en colocar un broche en mi pelo o ponerme los zapatos

Tiro de su mano para que se le quite lo perezosa y vaya a ducharse

__ Pues no te vuelvo a peinar, ni ponerte nada - repelo actuando enojado

__ ¿Estás molesto? - pregunta incrédula, achica su mirada

__ A bañarte o venderé tus juguetes - advierto, abro la puerta del baño y esta no camina - ¿Ahora qué?

Cruza sus brazos

__ No respondiste - reprocha

Largo un suspiro, no sé como mi madre hizo para criar a Anna si recuerdo que hacía esto muchas veces con ella. Ese carácter demandante y a la vez que genera gracia al ser tan pequeña

__ Dime una vez que me haya molestado contigo - pido, se queda pensando, mira al techo, hace gestos con la cara como si tuviese un gran dilema - Ya vete a bañar

Cierro la puerta del baño para que la mujer que la cuida sea quién haga el resto.

__ ¡El día que te dibujé un corazón en la cara! - grita deteniendo mis pasos

El solo traer esa escena a la cabeza me hace voltear los ojos, no creí recordara tal cosa.

__ ¡No estaba molesto! Ahora duchate

Es la persona más inseria que conozco, quizá porque es la única con quien convivo más que con el resto.

La mujer que la cuida ya está frente a la puerta cuando salgo, así que bajo hasta el comedor donde ponen el desayuno frente a mí, pero lo único que deseo es desaparecer el dolor de cabeza que se incorpora al resto de molestias.

Masajeo las sienes intentando disminuir el constante martilleo por varios minutos en los que mantengo los ojos cerrados, el silencio dura poco pues los pasos pequeños que corren lo interrumpen

RematchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora