Rematch

Capitulo 26

Kurt

En la vida se trata de quien llegue a la meta de sobrevivir un día más, las luchas no solo son mentales sino una donde la existencia pende de un hilo, literalmente. Arriesgarse es inevitable cuando los enemigos están a la orden del día, los cuales solo esperan un descuido por muy mínimo que sea para arrebatar la suerte, si es que un día se tuvo

En términos generales nunca me interesó ni me preocupó el que un dia me tocara presenciar o tener una pérdida porque lo único que me interesaba estaba siendo protegido por mi mismo. En cambio, desde que la puta corporación salió a la luz, la tranquilidad se fue por el caño liberando sucesos que me pusieron a pensar en como resolver todo de una maldita vez.

Tengo la seguridad que Elyas va a lanzar su próximo golpe en poco tiempo por eso me aseguro que las áreas sensibles estén resguardadas como un fino lino al que deben cuidar como un maldito tesoro.

Lo que me rompe la puta cordura es no poder controlar el espacio y tiempo para llegar a la mujer que espera en una clínica con su hermano a punto de morir.

Me jode de sobremanera que tenga que pasar por estas cosas estando en recuperación, tengo claro que fue necesario pero me está carcomiendo la cabeza el no estar con ella como quiero.

El helicóptero avanza pero no me es suficiente a la hora de ver la distancia que nos separa aún.

__ ¡Tres minutos para llegar! - avisa el piloto, trago la rabia como si fuese un bocado al que no puedo pasar tan fácil ni sacarlo así sea a la fuerza

Miro la hora en mi reloj, dos horas desde Viena, 15 minutos de estar en el helicóptero y siento que no es lo suficientemente rápido para acabar con el espacio entre los dos. Estoy como si algo me hubiera quemado el pecho desde que la oí que estaba en problemas, por mucho que envié un equipo en su ayuda, no me calma.

Empieza a aterrizar la aeronave y no espero a que esté completamente en la azotea para lanzarme de esta, llevo prisa y todo lo que haya en el camino me estorba. Atravieso la puerta con una única finalidad

__ ¿Donde está Gina? - pregunto con el pulso disparado a uno de los krieger que tienen marcas de lucha en el rostro

__ En la habitación 22, la herida se abrió y...

Apresuro el paso buscando la bendita puerta con la respiración pesada. Cuando la veo abro rápido encontrando a la mujer que tiene una mano en la cara, de pie y hablando por teléfono. Me acerco a grandes zancadas girandola de golpe para revisar que no tenga una herida de gravedad.

__ Kurt, estoy bien - intenta calmarme pero la levanto en brazos, obligándola a acostarse en la camilla subiendo la blusa para ver que tuvieron que retirar la piel, hacer nuevos puntos y vendar con una curación común lo que debería estar como lo dejé esta mañana

__ ¡Hijos de perra! - los dientes siento que se romperán en el siguiente segundo, saco el frasco de pastillas alcanzando un vaso con agua de la que hay en una de las esquinas para hacer que la beba

__ Amor, estoy bien - su mano acaricia mi rostro para que la vea, su cara provoca un destello en el tórax que me rompe cada esquema como si fuera la primera vez que la veo. Ese muro que sabe tirar cada que le da la gana desaparece, de nuevo

No pierdo un segundo y la atraigo a mi pecho rodeandola con mis brazos como si me la fueran a arrebatar. Me da paz, tranquilidad sabiendo que no me la pueden tocar si estoy cerca, primero les rompo las pelotas pero dañarla estando conmigo no podrán

La quiero fusionar en mi pecho, que se quede a reinar ese lugar del cual se apropió desde un inicio y quizá desde hace años pero que no vuelva a exponerse. Me veo como un maldito imbecil de los que quieren mantener a una doncella lejos del peligro pero soy consciente que no es una princesa, ni una damisela en peligro. Es una guerrera que arrasa con lo que se le interponga para lograr los objetivos de los cuales acabar con mi padre es uno de ellos.