Rematch

Extra: Enzo y Kelly

Enzo

Me está pesando la vida, me tiene con los hilos enredados como si fuera una bola de lana la cual debo desenredar para ver una solución. Es mi culpa, claro que lo es.

Fui yo quien llegó a su vida como alguien que no era, mentí por conveniencia para la organización y también probar que nada me quedaba grande, dije mentira tras mentira solo para tapar la anterior hasta que la fachada estaba completa. No había fallas ni huecos que rellenar. No me arrepiento, no doy para eso sino que siento un poco de orgullo con disgusto en cantidades iguales.

Siempre se nos inculca que a nadie le debe importar nada para conseguir lo que se propuso desde un inicio, si da resultados el resto es solo daño colateral. Empecé a cuestionarme si podría hacerlo cuando el pecho sufría desbalances cada vez que una pelirroja entraba a la sala de proyecciones o en otro sitio donde estuviese presente.

La evitaba, lo hice en Francia, en Italia incluso cuando recién llegamos a Londres, cada vez se fue haciendo más intenso y Adam jodia cada día solo por ello. Lo notó desde el principio el imbecil.

Me sobo la sien con el ardor en los ojos que me está arruinando el ánimo, efectos secundarios de la curación rápida es el sueño intenso que exige que me quede a dormir mientras necesito salir o al menos estar de pie para no sentirme tan miserable

__ ¡Alerta de intruso! ¡Alerta de intruso! - el sistema de seguridad se activa el cual avisa de la intromisión en el primer círculo de seguridad a kilómetros de la casa, como puedo me pongo en pie mirando por la ventana el movimiento de los krieger que se ponen en alerta

Por inercia miro a la cajonera donde se encuentra mi primera arma. Camino a esta inclinándome un poco para encontrar mi arma. El ardor en las heridas es mucho pero soportable y no me impedirá si tengo que salir.

Me asomo a la ventana observando a mi hermana junto al escorpión que mantiene su arma en mano, mi padre exige que le digan quien o quienes entraron mientras los krieger explican que no saben. Escucho a mi madre dar instrucciones a la mujer que cuida de Mayleen así que no hay un solo campo despejado

Los minutos pasan y la intranquilidad en la cara de mi progenitor es cada vez más.

__ Los atraparon - avisa uno de los hombres. - Están por la vereda que colinda con el río de la salida que recorre la carretera

__ ¿Cuantos son? - vuelven a preguntar

No escucho más y me recuesto, ellos saben resolver esto, además no estoy de ánimo para ir a ver que pasa con quien fue tan estupido de creer que pueden entrar en este sitio. Incluso es mucho peor que en la central militar, nadie pasa a menos que así se quiera

De pequeños solía ver hacia todos lados buscando algo que antes no había visto y siempre lo encontraba, una cámara, un rociador o un simple tirador. No hay metro cuadrado que no tenga la seguridad suficiente como para detener un ataque así esté planeado por meses o crean que conocen el terreno. En tiempos pasados ocurrieron fallas, esta vez no se permiten porque se sabe lo que puede perder y nadie está dispuesto a ello.

Intento moverme pero el ardor es tanto que debo buscar una pastilla que me alivie o al menos rebaje la molestia, rápidamente la encuentro al ser Gina quien las dejó sobre la mesita de noche.

A los pocos minutos de ingerirla ya siento los estragos, sueño, pesadez en el cuerpo y una relajación muscular muy agradable pero a la vez me pone a maldecir para mis adentros. Estoy cansado de estar en cama todo el día

Me cubro los ojos con un brazo para dejar que el sueño haga de las suyas cuando escucho que la puerta es abierta.

__ Entra - dice mi hermana