Capitulo 36

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Elyas Wabner (Führer)

Los negocios que me llevaron a estar entre las filas de la corporación me han dejado grandes ganancias pero también pérdidas

Desde que fuimos contactados el benefactor supe que lo que conocía como autonomía se había terminado, este tipo no pedía, él exigía que se cumpliera sus mandatos y estatutos como una tiranía de la que nadie fue consciente a ciencia cierta como se dio. Nadie esperaba que lo que teníamos iba a ser adueñado por otro individuo que solo nos dejó dos opciones. Unirse o quedar en el camino

No fue difícil decidir. Nadie quiere quedarse fuera de algo que sería la organización que superaría las que ya conocemos. Todos los años de estar dentro de la corporación sin estar jugando a los dos bandos como se hizo años atrás.

A pesar de ser de los clanes más bajos debía asistir a las reuniones de la mafia roja donde se nos separaba por el nivel que teníamos, a veces unos ya no estaban en el grupo y la razón era porque escalaban al intermedio donde se enteraban de datos que nosotros no.

Tales como identidades que hoy me serían de ayuda

Con el clan griego eramos unos de los más pequeños pero aún así teníamos estatus entre estos por ser uno a los que más crecimiento se les veía, aunque estaba con la 'Ndrangheta y este con la mafia rusa no estábamos en contiendas porque eso llevaba a perdidas que no nos podíamos permitir. Dejábamos cruzar al otro sin problemas por nuestro territorio, al menos hasta que Félix se dio con deudas que no podía pagar.

Se fue en decadencia, no quería caer en lo mismo así que me enfoqué en crecer, el fango no es un lugar agradable y recordar las palabras de mi padre diciendo que la grandeza se crea desde la mediocridad me volvía un ser con hambre de poder.

Me había casado con una mujer que me daba categoría entre la sociedad después de todo, los hijos que teníamos eran entrenados para evitar que la sucesión se diera con sujetos que no tenían idea de lo que hacían.

Pero quizá fue demasiado

Mi hijo fue a quien tiraba a la cueva más fría y este buscaba la forma de resistir las horas que se le exigían, sobrevivía a base de su propio esfuerzo sin llorar como muchos. La fortaleza que tenía y esa mirada felina de una bestia resurgiendo daba una idea de lo que podía conseguir. Nadie quería estar en un enfrentamiento con este a pesar de tener solo diez años, a los doce ya sabía disparar un arma sin fallar, cada vez se superaba solo.

Las últimas palabras de mi padre tomaron sentido entonces

Si el alumno supera al maestro es el claro ejemplo que se va siguiendo el destino de siempre ser inferior a los hijos

Este lo dijo adulando su crecimiento pero minimizando lo que era poniendo sobre mi a Kurt. A nadie le agrada la idea de verse inferior a otro por muy seguidor de costumbres que sea

Dio una luz que mantuve encendida porque aunque no lo reconocía estaba receloso ante la posibilidad de ser superado por mi propio hijo. Como todo ser humano quería dejar una huella que a pesar de estar en una tumba se hablara de mi por mucho tiempo

Lo ponía en circunstancias precarias, una donde obtuviera su primer fallo, incluso esperaba verlo caer, pero no. Siempre volvía, llegaba con más de esa forma involuble de ser, ser atacado por una serpiente no lo detuvo a los quince, la mató y se sacó el veneno por si solo.

Me cuestioné muchas veces lo que había creado, pero entendí que no era solo lo que le había mostrado, no lo había instruido para ser esa bestia en modo desatado que veía. Su imagen era de admiración a los dieciocho, todos temían pero no dejaba a alguien en pie si era atacado, se volvía agresivo y no permitía el contacto con nadie que no fuera la hermana

RematchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora