Capítulo 20

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Gina

Limpio el desorden para que no se vea el desastre que soy en este tipo de cosas. Quise preparar algo para el desayuno y así esperar a que Kurt y Mayleen despierten ya que ambos estaban completamente dormidos cuando fui a verlos hace una hora.

La niña no tuvo problemas en toda la noche, estuve al pendiente evaluando cada dos horas su descanso. El temor aún sigue en cada fibra de mi ser pero tengo claro que se encuentra bien, y espero así continúe

Las imágenes aún se reproducen en mi cabeza pero me niego a evocar sucesos destructivos mentalmente. Kurt me dejó claro que esa promesa de no dejar que se la arrebaten, también va para la muerte pues su forma de luchar contra ella fue escalofriante. Nunca había visto a una persona estar tan afectado pero tan decidido a luchar contra algo imposible. Se mantuvo firme en regresarla hasta que ese estridor de parte de Mayleen nos lleno de la más grande alegría al verla sumarse a la lucha por permanecer junto a su padre

Pospuse y cambié los planes para quedarme aún cuando eran de suma importancia pero nada lo es más que ellos

Incluso no me molestó no ser yo quien lanzara el artefacto de prueba de la letalidad que poseen en Energodar, igual las noticias fueron fenomenales dando un nuevo golpe a los infelices después que una parte fue masacrada en casa de Kurt

Coloco los platos en cada lugar, encargo que mantengan todo a las chicas de servicio en buena temperatura para luego caminar hasta el dormitorio de la niña donde entro mirando a la preciosidad que está envuelta entre las sabanas con el flequillo cayendo por su frente. Es una niña hermosa con una fortaleza superior a la de todos los que he conocido antes.

Me siento en una esquina de la cama mirando la tranquilidad que denota, es como si supiera que está protegida en este sitio aunque apenas tiene unas horas de haber llegado

Esta niña se ha convertido en una persona muy importante para mí, se ha metido en mi corazón instalándose ahí al igual que...

Trago grueso con la imagen en mi cabeza. Se trata de una situación un poco abrumadora porque jamás imaginé que algo como eso podría sucederme. Mis reglas se fueron al carajo poco a poco hasta que no ha quedado absolutamente nada de ellas.

Nunca lo odié pero si me molestaba su prepotencia y pedantería, lo admiré por la facilidad con la que se levantó pero el hastío que mostraba ante todos era agobiante. Como una daga que entraba en contacto con la carne de la que era imposible tirar para sacarla, era una molestia pero ahora...

Acaricio la frente de Mayleen, esta se remueve frotando sus ojos y estirando su cuerpo cubierto por la pijama que le puse después de administrar la segunda dosis de la solución con propiedades regenerativas.

__ Debes desayunar, corazón - le hablo y esta sonríe

__ Primero debo darme un baño - se incorpora - Mi papi dice que es necesario en las mañanas

__ Es verdad - me levanto para que también lo haga - Vamos, te ayudaré con ello

Se pone en pie emocionada y solo me fijo en que no se vaya a marear o algo por el estilo, pero parece como nueva. No muestra signos que me alarmen en ningún momento, la ayudo a bañar hasta que pide meter al conejo con ella pero logro convencerla que debemos salir para ir por su padre y desayunar.

La ayudo a cepillarse el cabello cantando las nanas que comienza una tras otras con esa voz dulce y tranquilizadora que embriaga más que cualquier licor que haya probado antes

Le hago una trenza con la misma paciencia mientras sonríe mirándome a través del espejo que nos refleja a ambas. La imagen me avasalla el tórax y calienta el alma, es una sensación que me gusta demasiado sin saber como me he aferrado a esto cuando nunca he sido así

RematchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora