Spiderman apenas conseguía no ahogarse, sujetado como estaba por el cuello por la cola del Lagarto.
Durante unos breves instantes, Spiderman se preguntó si venir a la Torre Oscorp había sido realmente lo más inteligente. Había tenido que enfrentarse a un escuadrón de agentes de policía, su identidad secreta había sido expuesta al padre de su novia, que también era un capitán de la policía de Nueva York, nada menos; le habían disparado, y ahora estaba en el lado perdedor de una batalla con el socio científico de su padre, que había conseguido convertirse en un lagarto verde gigante de todas las cosas. Incluso sus lanzadores de telarañas habían sido destruidos.
Y todo con la mínima esperanza de poder detener el plan de Doc Conner de convertir a toda la ciudad en lagartos gigantes mutados mediante la liberación de un virus en el aire.
Llegar al tejado de la Torre Oscorp había sido una cosa. Alcanzar el dispositivo ganali unido al mástil de la torre parecía ser un asunto completamente diferente. Actualmente, Spiderman sabía que había dos -(bueno, tres en realidad a la hora de la verdad)- problemas para salvar la ciudad.
Por un lado, no tenía un antídoto para el suero del lagarto que pudiera utilizarse para dispersar por la ciudad a los ya afectados. Sabía que Gwen había ido a crear uno, pero no tenía ni idea de lo que había pasado allí.
En segundo lugar, aunque consiguiera destruir el dispositivo ganali antes de que detonara, aún quedaría algún gas residual que infectaría a la gente. Lo que llevaba de nuevo al primer problema de que no había antídoto disponible.
Ah, y en tercer lugar, estaba el hecho de que el Lagarto lo había atrapado y no parecía estar de humor para dejarlo ir pronto. O incluso para dejarlo vivir.
Los ojos de Spiderman se abrieron de par en par, horrorizados, cuando una enorme garra se alzó sobre su cabeza, arrastrando sus afiladas garras por la cara mientras el Lagarto le quitaba la máscara.
-Pobre Peter Parker. Sin madre. Sin padre. Sin tío. Completamente solo-.
Peter le devolvió la mirada desafiante, incapaz de hablar debido a la presión ejercida sobre su cuello.
-No está solo-.
Las cabezas de Peter y del Lagarto se giraron para encontrar al capitán Stacy de pie detrás de ellos, con un chaleco antibalas para proteger su torso y una escopeta en la mano.
-No, no lo está-.
Esta vez fueron tres las cabezas que se giraron para mirar al otro lado de la azotea.
Los ojos de Peter se abrieron de par en par al ver al Vengador, Brujo, de pie, con los brazos cruzados y su capa azul-gris ondeando a sus pies con la brisa.
¡Crack!.
El sonido del arma del capitan Stacy al disparar distrajo a Lagartija lo suficiente como para que Peter tuviera las manos libres y cogiera la manguera agitada que escupía nitrógeno líquido. Al instante, la dirigió a la cara de Lizard, distrayéndolo aún más y permitiendo que la escopeta del Capitán Stacy y los brillantes destellos rojos de la magia de Brujo hirieran al gigantesco hombre Lizard.
Peter no perdió el tiempo y utilizó el nitrógeno líquido en la cola del Lagarto para congelarla y hacerla añicos, lo que permitió a Peter liberarse y volcarse de nuevo al suelo.
Un esfuerzo combinado de balas, magia y una última patada de Peter empujó a Lizard al pozo lleno de tanques de nitrógeno líquido.
-Un regalo de Gwen-, dijo el capitán Stacy, sacando un frasco de líquido azul del interior de su chaleco.
Peter lo cogió, y su cabeza cambió entre los dos hombres que tenía delante y el Lagarto que tenía detrás.
-No me mires a mí, chico, no tengo ni idea de ese aparato de ahí arriba-, afirmó Brujo. -Si sabes cómo detenerlo, hazlo-.
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HEROES ASSEMBLE!
FanfictionTras cinco años recorriendo el mundo, Harry Potter ha aterrizado en Nueva York. Supone que no hay mejor lugar que la ciudad que nunca duerme para establecerse y forjar una nueva vida. Si tan solo los héroes, villanos, extraterrestres y espías hubier...