aunque puedas verme|#2| minsung

capitulo 1

El primer día de clases de cualquier universidad, es realmente como lo pintan en las películas. Estudiantes corriendo de un lado a otro, saludando a sus amigos, presumiendo bronceados, alardeando de lo que hicieron en el verano. Parejas de novios reencontrándose y besándose como si no hubiera mañana. El estómago se me revolvía sólo de ver a un par de novios devorándose el uno al otro en un beso ardiente y apasionado. 

Caminé por el campus, sin dejar de sentirme nervioso. Jeongin mi mejor amigo de la vida, me había dicho que él había aprobado su examen de ingreso. Me había dicho que él estudiaría en la misma universidad que nosotros y, a pesar de saber que el lugar era terriblemente grande y que había una posibilidad en un millón de encontrármelo en los pasillos, me sentía aterrorizado. No estaba listo para verlo una vez más. Mucho menos para encararlo, saludarlo o hablar con él. Había pasado el verano entero en Busan, en una granja, alimentando vacas, caballos y cerdos; y en ningún momento había abandonado mis pensamientos. 

Lee minho era y siempre será mi perdición. 
Habíamos terminado hacía casi tres meses. Un mes antes de las vacaciones, y aún me afectaba la idea de no estar con él. 

-¡Tú, pequeño idiota! -escuché una voz horriblemente familiar gritando detrás de mí. -, ¡Cuando dije cambio, me refería a algún corte, un nuevo estilo, no me refería a que pintaras tu cabello! 

Una sonrisa estúpida se deslizó por mis labios y me giré para mirar a jeongin abriéndose paso hacia mi entre la multitud. Unos brazos delgados me abrazaron con mucha fuerza antes de que pudiera procesarlo y le devolví el abrazo antes de decir-: ¡Estaba en Busan!, ¡No sabía a qué clase de cambio te referías! 

Me aparté de el un poco y noté el color rojo  de su cabello. Mis cejas se alzaron con incredulidad y dije -¿Me hablas a mí de cambios extremos?, ¡Mira el color de tu cabello!, ¡Pareces un pollito de colores de feria! 

Una carcajada brotó de su garganta mientras enredaba su brazo en mi cuello, guiándome por la multitud. -Éste semestre, mi queridísimo Jisung, estoy decidido a hacer de todo. 

-Si hyunjin te lo permite -acoté. 

-Si hyunjin me lo permite -concordó el. 

Caminamos hasta el edificio principal, donde veríamos nuestro horario de clases y el edificio de nuestras clases. Jeongin y yo compartíamos carrera: ambos habíamos decidido estudiar letras. Sin embargo, el se inclinaba más al periodismo, yo era del tipo escritor. 

Hyunjin, por otro lado, estudiaba ciencias sociales, y su edificio estaba al lado oeste del campus. Minho, se había matriculado en Derecho, su edificio estaba al lado norte del campus. Bastante retirado del mío: el sur. 

-Me dijo hyunjin que te vio en el Red Night el fin de semana pasado. -dijo jeongin.

Yo me tensé un segundo antes de asentir rápidamente. -Sí. Fui ahí. 

-A verlo... -afirmó el. 

-A verlo... -concordé. 

-¿Y? -inquirió. 

-¿Sabías que realmente sabe cantar?, quiero decir, ¡Canta!, ¡Muy bien! -dije. 

-Lo sé. Es talentoso -dijo mi amigo, con una sonrisa suficiente. -. ¿Hablaron? 

-¡Carajo, no! -dije, aterrorizado con la idea. 

Jeongin se detuvo en seco para mirarme reprobatoriamente. -¡No puedes huir de él para siempre!, algún día tendrás que enfrentarlo y hablarle, Jisung. 

-¡Lo sé!, ¡Lo sé!, aún no estoy listo para eso. -dije, recordando el momento en el que la mirada de Minho y la mía se encontraron en el bar, un par de segundos. 

-Nunca estarás listo, y lo sabes. Quiero decir, es Minho. Es el hombre que amas. Fue tu primer amor verdadero. Jamás estás listo para enfrentar algo así, sin embargo, te las arreglas. No puedes vivir tu vida mirando hacia todos lados, intentando encontrar el modo de ocultarte de un chico. -me dijo. 

Me mordí el labio inferior con fuerza. -Ni siquiera me conoce, jeongin. No necesito esconderme de nadie porque no me conoce físicamente. No sabe cómo luzco y, probablemente, cree que soy tan bonito como tú. -dije, haciendo una mueca. 

Jeongin resopló antes de mirarme con irritación. -¡A Minho no le interesa!, ¿Sabes cuántas veces hemos coincidido en alguna fiesta y me pregunta por ti?, ¿Sabes cuántas veces me ha preguntado: "¿El chico con el que charlabas es Jisung?", ¿Sabes cuántas veces me ha dicho que te extraña?, ¿Sabes cuántas veces me ha repetido una y otra vez que si pudiera cambiar lo que pasó, lo haría?, ¡Minho te ama, Jisung!, ¡Tú lo amas a él!, ¿Qué está mal contigo? -me regañó. 

-¡Todo!, ¡Todo está mal conmigo!, no soy capaz de acercarme a él. No soy capaz de mirarlo a los ojos. No soy capaz de aceptar que me equivoqué y que debí haberle dado una oportunidad más a lo que sentía por él. Pero no puedo. No... No estoy listo. No estoy listo porque ahora todo ha cambiado. Ahora todo es diferente y no quiero aferrarme al pasado. -solté. 

Tenía mucho tiempo pensándolo. Tenía mucho tiempo sintiéndolo, pero no lo había dicho. A nadie.

No le había dicho a nadie que me aterraba el rumbo que la vida de Minho y la mía habían tomado. No le había dicho a nadie que me sentía perdido sin él. No le había dicho a nadie que todas las noches me preguntaba si había hecho lo correcto...