Capítulo 14

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Su misión iba bien

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Su misión iba bien. Demasiado bien, en opinión de Jeno, y eso nunca fue una buena señal. Mark y su disfraz habían trabajado en un par de guardias, pero no tan bien con los demás. Incapacitaron a esos guardias, pero no hubo respaldo. Pronto llegaron a los niveles inferiores de la base, el área que conduce a las celdas.

Oscuros recuerdos manosearon la mente de Jeno. Después de su último reacondicionamiento, su mente se había vuelto borrosa y no podía distinguir los recuerdos reales de los implantados, pero sí recordaba una cosa. Los científicos habían traído a Jeno para entrenar a nuevos reclutas, jóvenes Alfa que estaban enojados y asustados por su nuevo entorno.

Al verlos, regresó en el tiempo, cuando vio por primera vez a Chan, Hyunjin, Mark y Jaemin cuando eran niños. No quería que esos jóvenes Alfa pasaran por el mismo infierno que tuvieron, que se redujeran a máquinas de matar efectivas.

—Amigo, ¿estás bien? —Mark susurró. Se estaban escondiendo detrás de una pared. Jeno echó un vistazo a su alrededor para ver a dos guardias armados vagamente familiares con uniformes que parecían aburridos.

—Sí, —respondió Jeno. —Solo recordando.

—Yo también, —admitió Mark. —¿Problema?

—No. Dejémoslos inconscientes con el menor ruido posible, — dijo Jeno. Mark asintió con la cabeza.

Jeno avanzó con la mano en su arma. Los guardias no los vieron venir hasta que estuvieron a unos metros de distancia. El primero bostezó, todavía con aspecto relajado, sin duda viendo sus uniformes a juego. Jeno se movió, envolviendo una mano sobre la garganta del guardia. Los ojos del guardia se hincharon antes de desplomarse contra Jeno. Mark hizo lo mismo con el otro. No había nadie más cerca, y confiaba en que el equipo de Chan ya había desactivado las cámaras de seguridad.

—Allá, el armario del conserje, —dijo Mark, señalando al almacén cercano.

Después de que arrojaron los cuerpos en el pequeño armario, Jeno le dio unas palmaditas al guardia. Cogió otra tarjeta llave y munición adicional por si acaso.

—Pensamiento rápido, —dijo Mark.

Tomaron la posición de los guardias. Al escuchar pasos, Jeno agarró el brazo de Mark mientras esté deslizaba su tarjeta de llave robada en la almohadilla de seguridad, lo que abriría la puerta y los llevaría a las celdas de retención.

—Espera. Alguien viene, —murmuró Jeno.

—¿Qué debemos hacer? ¿Hacerlos dormir? 

Jeno sacudió la cabeza.

—Intentemos pretender ser guardias primero.

Los pasos se hicieron más fuertes. Jeno se tensó cuando vio que el hombre que se acercaba llevaba un uniforme de capitán y dos guardias lo seguían. Jeno hizo un saludo rígido, del que hizo eco Mark.

Cautivo JL00 - NoHyuck(05)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora