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C O R A Z O N E S
R O T O S   Pt.4

—  Ni se te ocurra correr de regreso al avión. Soy capaz de noquearte y llevarte arrastras hasta Hawkins.

— Tan linda como siempre Robin.

— Ya me conoces lindura, solo soy amable con las chicas.

La chica de cabello rubio oscuro le guiño un ojo al castaño, lo cual hizo que Steve pusiera los ojos en blanco.

— Acabemos con esto.

Ambos emprendieron rumbo a Hawkins con mochilas y maletas a cada lado. No era necesario decir que Steve estaba cagado de miedo de ver cuanto a cambiado su hogar y sus amigos.

Pero sobre todo que tanto a cambiado Billy Hargrove.








— Oye Munson deja de estar haciendo el vago y ayúdame a armar esta jodida batería.

— Ttranquilizate risitos. Nadie viene a comprar a esta tienda, menos si tu y yo la atendemos.

— Habla por ti, las chicas y los chicos vienen a la tienda por mi.

— Oh lo olvidé. Mi compañero de trabajo es nada más ni nada menos que el chico californiano más caliente de todo Hawkins.

— Exacto y tu eres el chico más jodidamente raro y satánico  de todo Hawkins.

— Vete a la mierda Hargrove.

El chico de cabellos largos oscuros se acercó al moreno con desgano y comenzó armar la batería sin ningún problema.

Luego de unos cuantos minutos la batería ya estaba completamente armada en el aparador.

— Al menos soy más útil que Hargrove.

— Vete a la mierda Munson.

— De ahí es donde vengo cariño.

Billy chasqueo la lengua y se fue arreglar los discos en los aparadores. Mientras que Eddie se encargaba de limpiar y acomodar los instrumentos.

De ves en cuando se ponía a tocarlos por unos minutos.

Ambos trabajaban lo más rápido posible, no era algo que ellos harían en un día normal. Pero hoy era cumpleaños del mocoso (ya no tan mocoso) favorito de Eddie. Dustin Henderson.

Y él había prometido ir y Billy se lo había  prometido a Max. Aún seguía arreglando un poco su relación con Max luego de que ella se enterara sobre la infidelidad que tuvo.

Terminando su turno del día rápidamente se cambiaron el uniforme para ir directamente a casa de Joyce. Los dos se montaron en el coche de Billy y este aceleró hasta su lugar destinado.

Ellos dos tenían una extraña amistad que comenzó hace cuatro años. Se podría decir que si a ambos les hubieran dicho que se volverían amigos en un futuro.

Ambos se hubieran reído.

¿Él chico raro y el chico popular? Imposible. Fue luego de terminar la escuela y empezar a trabajar en la tienda de música que se empezaron a tratar entre los dos.

Aparcó Billy en el porche de Joyce y ambos bajaron del auto. Eddie tocó la puerta y esta fue abierta por Hopper. Ambos chicos automáticamente movieron sus brazos hacia atrás y saludaron respetuosamente.

Hopper igual los saludo y dejo que ambos chicos pasaran. Lo primero que vieron al entrar fue al grupo de adultos jovenes en el sofá platicando; mientras algunos de ellos tomaban cerveza de lata y comían palomitas. El tazón pasaba de mano en mano y una que otra palomita volaba directamente a la boca de Eleven.

C H E R R Y   B A B Y [ Harringrove ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora