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P R A C T I C A.

En la cancha solo se escuchaba el rechinar de los zapatos contra el piso y los jadeos de cansancio de cada jugador. Además de los gritos del entrenador.

El pequeño castaño jugaba con un short rojo corto pegado, que dejaba a la vista esas piernas blancas y ese pomposo trasero a la vista. Su camisa estaba pegada a su cuerpo por el sudor y esta dejaba transparentar aquellos pezones rosados.

Aquella simple imagen, incluyendo las gotas de sudor bajando por su cuello y los jadeos, dejaba a todos los chicos del entrenamiento comentando sus deseos más impuros en donde el protagonista de estos era el príncipe Steve.

Todos estaban felices, menos uno. Billy Hargrove. El estaba furioso, cuanto le hubiera gustado que sea un entrenamiento de quemados, le hubiera reventado la cara a cada uno de esos hijos de puta por mirar a su chico.

Estaba consciente de que Steve no lo hacia con mala intencion, el era la persona más hermosa que en toda su vida habia visto, ni siquiera su madre le pisaba los talones a Steve.

Sin más el sonido de el silbato se escucho por toda la cancha, dando fin al partido. Como siempre el equipo donde estaba Billy gano, el nunca dejaria que escorias como esas le ganaran. Además todas las veces que el encestó, trato de que sean a chicos ordinarios, cuando Steve iba a encestar este dejaba que lo hiciera.

Le encantaba la sonrisa de Steve, ver como su bebe se ponia feliz solo por el simple hecho de ganar unos puntos para su equipo (el cual ya había perdido antes de ganar el partido). Lo que no le gustaba era la forma en la que los idiotas tomaban a Steve de la cintura o ponían su mano cerca de su trasero.

En fin, ya todos estaban en los vestidores, algunos solo se cambiaban de ropa, otros se metían a las regaderas. Y el pequeño castaño se estaba secando con una toalla el sudor. La mayoria de los chico le miraban, esperando a que este se quitara la ropa o algo.

Lo que no sabes es que el pequeño no lo haria hasta que su papi llegara, o eso había acordado con Billy.

FLASHBACK.

- No quiero que te desvistas en los vestidores si no estoy.

-¿Por qué Billy?

- Solo obedece.

El menor asintió desganado y volvio a mirar hacia el frente. Billy suspiro y con su mano rodeo el cuello de Steve tomando su hombro y pegándolo a el. Luego hundió su cara en el cabello del menor.

- Solo quiero protegerte de esos idiotas, no te quites la ropa si yo no estoy, ¿Entendiste las ordenes de Papi?

Dejo un beso en la mejilla del menor y este asintió acurrucandose en el fornido pecho del mayor.

FIN DEL FLASHBACK.

Billy entro al vestidor sin camisa como siempre y se fue directo a Steve. Cuando estuvo junto a el lo tomo de la cintura y lo pego a su cuerpo, al girar su cabeza todos desviaron la mirada.

Algunos por el miedo decidieron retirarse del lugar, otros hicieron lo mismo segundos después de preparar sus cosas o terminar de ducharse y vestirse.

Por fin el lugar quedo solo sin ninguna molestia, solo ellos dos. El mayor abrazo al castaño por atras.

- ¿Era necesario sacar a todos?

Pregunto el menor con una sonrisa, mientras acomodaba sus cosas.

- Sabes que me jode que te vean mientras te cambias.

- Es algo incomodo, pero no se puede evitar.

- Amenazarlos seria una buena forma de evitarlo.

Steve se dio la media vuelta y tomo entre sus delgadas y suaves manos el rostro de Billy, luego sonrio.

- No tienes que hacer eso, sabes muy bien que te pertenezco y se defenderme solito.

Billy se le quedo mirando y luego resoplo, entonces el castaño supo que el rubio no haria nada malo.

- Además, tengo armas letales.

El mayor rio luego de esa frase.

- ¿De qué te ries?.

- No es nada, solo que yo creo conocer aquellas armas que volverian a un hombre vulnerable.

Rápidamente puso sus manos en el trasero de steve, provocando un respingo en este.

- ¿Qué te parece si averiguamos que armas letales te vuelven loco?

Billy apretaba el trasero del castaño y poco a poco lo pegaba a la pared.

- A cualquier hombre... Volverías loco sabes...

Trataba de hablar entre suspiros debido a loa roces.

- A mi no me interesa otro hombre, contigo es suficiente.

Los labios del rubio dejaban pequeñas marcas en el cuello de Steve.

- ¿Lo haremos... aquí?...

- ¿Quieres hacerlo en medio del gimnasio?.

Una sonrisa pervertido aparecio en los labios del mayor.

- Solo continúa idiota.

•••

Platicaba entre sí la bola de chicos alejados del gimnasio.

- Tommy, ¿Crees qué fue buena idea dejar a Harrington con Billy?

- Tranquilo, Steve esta en muy buenas manos...

Acabo la frase algo aborchonado. Detras de el estaba todo el equipo de baloncesto, algunos confundidos y otros riendose por lo bajo.

C H E R R Y   B A B Y [ Harringrove ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora