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C A S T I G O

Papi~

— ¿Qué pasa pequeño?.

El mayor apretó la cintura del menor provocando un jadeo en esté.

— S-Se supone que ibamos a e-estudiar Billy~

— Tu lo dijiste cielo, "se supone".

Billy comenzo a pasar la punta de su nariz por el cuello del castaño, esté soltaba suspiros y movia sus caderas de manera automática.

Steve trato de besar varias veces a Billy, pero este solo se viraba o le tapaba la boca al menor para impedirlo. Aquello estaba comenzando a molestar al pequeño steve.

— ¿Por qué esa cara nene?

La burla en las palabras del mayor era notable.

— Desde que llegamos no haz dejado que te bese ni una sola vez.

El castaño se abrazo al cuello del rubio mientras acariciaba con la punta de su nariz la oreja de esté, provocando leves gruñidos del mayor.

— Esto es tu castigo por dejarme plantado en la fiesta de esa estupida escuela.

De un jalón Steve termino recostado boca abajo en las piernas de su daddy, con el trasero al aire.

— B-Billy..

— Te mostrare que pasa cuando desobedeces a papi.

Billy bajo los pantalones de Steve dejando al aire ese esponjoso y pecoso trasero. El menor se removia tratando de detener las acciones del rubio.

— Este es tu castigo asi que deja de moverte.

El chico dio un fuerte manotazo en el trasero del pequeño dejando una marca roja en su parte izquierda y haciendo que el menor soltara un grito ahogado.

El rubio continuo repartiendo nalgadas por varios minutos, escuchando las suplicas de Steve pidiendole que parara, las nalgas de el castaño estaban completamente rojas, estas eran similares a dos pequeñas cerezas.

Billy escucho sollozos de parte de Steve y al mirar su carita vio que este soltaba lagrimas que resbalaban por sus mejillas rojas y terminaban empapando el respaldo del sillón.

El mayor lo tomo de su mano y lo jalo hacía el pegandolo a su pecho y abrazándolo. El sugar Bayer escondió su cara entre el hombro y cuello de su papi, pidiendole perdon mientras lloraba.

Billy tuvo que consolarlo al final hasta que este dejo de llorar y solamente hipaba y respiraba agitadamente.

— Prometele a Papi que no volverás a desobedecerme, sabes que odio castigarte y verte así.

Mentira, Billy amaba ver a Steve así de indefenso, eso le excitaba, y mucho. Pero tampoco aguantaba ver a su pareja llorar de esa manera, a menos que sus lagrimas sean de felicidad o excitación.

— L-Lo p-prometo... L-Lo siento.

El menor apoyo su cabeza en el pecho del mayor mientras esté le acariciaba su cabello.

— Te perdono pero ¿Por qué no llegaste esa noche?.

— Hubiera llegado a tiempo... Pero los niños me pidieron llevarlos a casa de Mike ya que no habian llevado sus bicicletas.

— Espera, ¿Qué hacían ellos aqui en tu casa?

— Les prometí que les prepararia un pastel por haber aprobado todas sus materias. Pero despues de eso ellos se pusieron a ver televisión y terminaron dormidos. No pude despertarlos, se veían muy cansados.

— Luego no te enojes cuando te digan niñera o mamá.

— ¡No soy una niñera y tampoco una mamá!

Billy elevo una ceja mientras lo miraba.

L-Lo siento daddy, no quería gritarte.

— Te lo perdono, pero para la proxima tendre que enseñarle a esa boquita a respetar a sus mayores. Tendremos que repasar las reglas.

— Si papi.

Los dos se quedaron en silencio, Steve solo descansaba en el pecho de su papi mientras Billy acariciaba la cabeza de Steve.

Billy.

— Dime cielo.

— ¿Me puedes dar un beso?.

El mayor lo miro y el castaño también, parpadeando repetidas veces dejando salir su encanto. El Rey de la escuela no podría decirle que no a su bebé.

Este se inclino y le dio un pequeño beso en los labios al menor.

— Dame otro.

Billy rio y le dio otro pequeño beso.

— Otro...

Al final, el mayor repartio besos por toda la carita de steve, esté soltaba pequeñas carcajadas que provocaban que Billy siguiera con las muestras de afecto.

Pero no se conformo con eso, de un momento a otro Billy besaba el esponjoso y rojo trasero de el castaño, dando pequeños masajes y una que otra mordida.

— Billy~

El rubio subio un poco la camisa a rayas de su pequeño y comenzó a pasar su lengua por la espalda de Steve, dejaba mordidas y besos por toda esa piel blanca mientras escuchaba los adorables gemidos de su niño.

Llegó hasta la oreja del menor y le susurro unas pequeñas palabras que hicieron que el cuerpo de Steve.

Seguido de eso dejo un casto beso en su oreja colorada.

Al final, el pequeño Steve obtuvo lo que quizo, los mimos de parte de su papi.

C H E R R Y   B A B Y [ Harringrove ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora