Kim Seokjin
Por mi cara cualquiera pensaría que estoy en mi propio funeral, pero había sido arrastrado por Nina a una idea que me desagradaba desde cualquier justificación absurda.
—Vamos Seokjin, te prometo que tú y Jungkook se llevarán bien.
Me negué tajantemente por lo que Nina tuvo que recurrir al método que últimamente veníamos usando y de cierta manera desaparecía toda acción negativa de mi parte.
Perdí la cuenta de todas las veces que Nina se colaba entre mis piernas y hacía conmigo lo que quería, aquella perversa mujer sabía que ahora me tenía comiendo en la palma de su mano.
Ambos terminamos en la zona costera Busan, donde Nina dio pequeños saltitos en cuanto vio a Jungkook descender de su automóvil.
El masculino vestía con un par de bermudas, camisa playera, sandalias y unos estúpidos lentes de sol que le daban aspecto de niño rico. Aunque, no se alejaba de ese esquema.
Así como Nina era una pieza fundamental para KM Counselors, Jungkook había sido promovido como director operativo y anualmente generaba la misma cantidad obscena de dinero que ella, Kim Namjoon y Min Yoongi, por lo que aquel modelito de mercedez benz era cambiado constantemente por su propietario.
Nina corrió hasta el masculino y este la tomó por la cintura para dedicarle un efusivo abrazo.
No miento si el color de mi rostro se había encendido luego de ver aquello, sabía de antemano que esos dos eran inseparables, pero nunca imaginé lo afectuosos que podían llegar a ser. Naturalmente eran un par demasiado introvertido y posiblemente sus temas de conversación se resumían en números y negocios.
Jungkook notó mi enojo y se limitó únicamente a guiñarme un ojo con total descaro sabiendo lo que su sola presencia le provocaba a cualquiera que tuviera intereses amorosos por Nina, era como su auténtico repelente para hombres.
Pero por alguna razón poderosa Nina me había escogido por encima de un tipo que pudo construir para ella una de esas historias de romance juvenil que terminaban en boda. En su lugar yo era quien sostenía la mano de Park Nina, era yo el novio del que ella siempre hablaba con orgullo, así que toda inseguridad desapareció, porque en más de una vez Nina había demostrado lo importante que era en su vida.
Nina y Jungkook comenzaron acercarse al lugar donde estaba esperándolos, entonces, el masculino comenzó a reír al ver mi mala cara y negó reiteradas veces para luego susurrarle algo a mi novia que claramente no fui capaz de escuchar.
—¿Sueles ser así de hostil todo el tiempo?—Jungkook comenzó a escanearme de arriba abajo logrando incomodarme exponencialmente.
Tipo loco.—pensé.
—¿Y tú sueles ser así de resbaladizo todo el tiempo?—me harté de verlo tan cerca de Nina que di unos pasos hasta ellos para tomar la mano de ella y adentrarnos a la zona de locales de comida.
Nina y yo comenzamos a caminar como una auténtica pareja sobre la cera de la extensa calle, podría ser que en ese momento fuesemos tan llamativos que cada persona pasando a nuestro lado observaba con total interés. Por lo que recordé las palabras que uno de mis colegas dijo la primera vez que Nina fue al hospital donde actualmente trabajo.
Nina es demasiado llamativa, cualquiera la nota a donde quiera que vaya.
No mentía, Nina es magnifica, y siempre me pareció una mujer poderosa, tan pronto la conocí, me volví amante de su misteriosa forma de ser. A mis ojos la discreción de esa chica tenía un toque obsesivo por conocerla, y descubrí que detrás de las sedas cubriendo su alma existía un ser humano bondadoso, y divertido que podía ofrecerme horas de charlas interminables. Me sentía honrado de ser ese uno en un millón que conoce todas sus facetas. A este punto, Nina no sólo me encantaba, porque yo estaba completamente enamorado de ella.
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Inmarcesible • Libro Uno
FanfictionPor esos días en los que fuimos más que una pareja ordinaria, por esos días que puedes recordar como marcas de ayer; Espero que esos recuerdos nunca desaparezcan de tu mente, y que sean tan inmarcesibles como las flores de primavera.-Kim Seokjin.