🆇🆅 Boda

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Wangji quedó asombrado por la pregunta de A-Cheng.

Casarse con él era algo que había creído le tomaría mucho tiempo, por lo que escucharlo de la boca de Wanyin era un sueño. Realmente creía estar soñado en ese momento, estaba tan feliz y encantado que solo pudo sonreír sin siquiera responder, pero cuando Wanyin quiso agregar algo A-Zhan de inmediato se sintió irritado y frunció el ceño con molestia.

Esa reacción hizo que Jiang Cheng sintiera que había hecho algo mal y no dudo en preguntar.

— ¿No quieres? Pensé que...

—Sí quiero— se adelantó Wangji todavía luciendo insatisfecho—Es solo que no tengo tu anillo y quería ser yo quien te lo pidiera.

A-Cheng aliviado de que solo se tratara de eso, se relajó de inmediato y besó al Lan que todavía seguía enfurruñado.

—No te preocupes por eso Wangji, lo importante es que...

—Nos casaremos y estaremos juntos— Jiang Cheng asintió ante lo feliz que A-Zhan parecía y recibió con agrado cada uno de sus besos hasta que volvió a hablar.— Hermano dijo que debía ser paciente y que si quería estar contigo no debía abrumarte. Yo quería declararme primero, pero me alegra que lo hayas hecho tú. No quería que te sintieras obligado a darme una respuesta.

Su expresión triste al decir eso hizo que el pecho de Wanyin doliera y no quisiera otra cosa más que verlo sonreír. Así que únicamente pudo besarlo para demostrar cuanto le importaba y susurró contra su oído.

—Te quiero Wangji, quiero que seas feliz.

—Soy feliz contigo A-Cheng, seré aún más feliz cuando nos casemos y Xiongzhang despierte.

Jiang Cheng pensó en A-Huan y no supo que pasaría tanto si despertaba como si no lo hacía. Lo amaba, una parte de él sabía que era así, pero también había otra que sin querer había aprendido a amar a Wangji y no quería perderlo.


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Wangji y Jiang Cheng recibieron días después la visita de Mingjue. Habían estado en contacto a través de llamadas pero quería darles las últimas noticias frente a frente por lo que esa misma tarde se presentó en su puerta.

—Su She ha insistido en ir a juicio—comenzó a decirles— Por fortuna el juez que se encargara del caso es mi amigo y nos dará una semana para prepararnos, pero...

Nie Mingjue negó sin poder terminar la frase. No tenían muchas esperanzas de que el juicio estuviera a su favor a menos que Wanyin pudiera darle una buena noticia, así que solo pudo mirarlo con incertidumbre. Y Jiang Cheng notando el cansancio y abatimiento de su amigo, se apresuró a asentir.

—Wangji y yo nos casaremos. ¿Eso me favorecerá para ser su tutor legal?

—Por supuesto—respondió Mingjue con entusiasmo —Solo hablare con mi amigo para ver que más necesitamos, pero el acta de matrimonio es indispensable.

𝑼𝒏 𝒊𝒎𝒑𝒓𝒆𝒗𝒊𝒔𝒕𝒐 𝒕𝒖́ 💐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora