𝐒𝐞𝐞𝐬𝐚𝐰 ⭑ vminkook

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ִֶָ 正しくない 𓂃𔘓

Jimin.

Veintiséis de Noviembre, era la fecha del primer partido de Jungkook como parte del equipo de sus sueños. Era una locura total la cantidad de posteos que había del tema, sin mucho esfuerzo se había convertido en tendencia y en el titular de las revistas de deportes, no sólo ESPN, todo el mundo hablaba de eso.

"Su Majestad está de vuelta" "Bienvenido a Casa Rey Jeon". Entre otros miles más de títulos que había visto al abrir Google en la mañana.

La NBA había logrado su cometido; hacer tendencia la noche. Y como no iba a serlo si esa noche Jeon estaría en la casa de los Bucks, el primer equipo que lo acogió, el que lo vio crecer hasta convertirse en el número uno, solo que esta vez no serían compañeros, serían rivales peleando uno contra uno y no hombro con hombro como los fanáticos estaban acostumbradosa ver.

Yo no era ajeno a la alegría que sentían dichos fanáticos, tenía un buen rato sin ver a Jungkook en su hábitat natural desde que ya no trabajaba con él, que verlo nuevamente era emocionante.

Solo que al ser una noche tan importante para Jeon , lo más seguro es que mi padre estuviera presente en la casa de los Bucks. Eso no me gustaba en lo absoluto, pero si algo habia aprendido en terapia y con Taehyung es que tenia que comenzar a afrontar mis miedos.

Ahora que mencionaba a mi sexy novio, era la primera vez que no lo vería mimarme e ir de un lado a otro en un partido tan importante. Lo extrañaba muchísimo, pero entendia que tenia cosas más importantes que hacer y me reconfortaba que en un par de horas más lo vería.

Después de pasar por toda la revisión e ingresar a la cancha, camine hacia la primera fila donde normalmente solo podías sentarte si eras una celebridad o invitado de las estrellas del baloncesto. Y yo era un privilegiado hermano del número uno, obvio estaría en esa fila, como siempre.

Al llegar a mi asiento no note la presencia de mi padre así que solté un suspiro de alivio, pero algo más capto mi atención, más bien alguien más.

A lado mío había un chico extremadamente pálido con cabellos color menta que jamás había visto. No saque ninguna conclusión ya que era consiente que en el entorno había muchas personas nuevas, solo que su característico color de cabello y ojos rasgados similares a los de un gato le daban un aire único, imposible de ignorar.

-Jimin.

Carajo.

Mi noche iba tan bien hasta que escuché mi nombre salir de una voz bastante conocida. Con algo de fastidio volteé a ver de quién se trataba para encontrarme al final con mi progenitor. No era ninguna sorpresa, como ya antes había mencionado, era bastante probable encontrarlo aquí, lo que no me esperaba es que viniera sin su ahora esposa.

Ni siquiera hice el mínimo esfuerzo por levantarme a saludarlo, mis costumbres y educación en ese momento me chupaban un huevo.

-Ah, Eres tú.

-Me da gusto verte aquí, hijo - Ignoro por completo mi grosería.

-Mmh, es importante para Jungkook que yo esté aquí ¿Lo sabes no?

-Lo sé.

Mi padre respondió con mucha tranquilidad que era de extrañarse y en un par de segundos se sento a lado mío.

- Jimin... - Mi respuesta a su llamado fue voltear a verlo nuevamente.-Yo quisiera disculparme por todo.

- No creo que este sea el momento y mucho menos el lugar.