𝐒𝐞𝐞𝐬𝐚𝐰 ⭑ vminkook

10

ִֶָ  正しくない 𓂃𔘓

Jimin.

A veces había días en los que ni siquiera quería levantarme de la cama, y ese día era uno de ellos. Me sentía tan cansado, la situación en la que llevaba metido durante años no dejaba mi cabeza en paz juntándose con otras situaciones, todo armaba un torbellino aquí arriba, y para mi mala suerte, lo que dijo Jungkook la noche del partido no era ninguna mentira.

No podía alejarme de él, era dependiente a él.

Era como una adicción, me hice dependiente a algo que me hacía daño, pero a la vez me subía a una montaña rusa de emociones interminables de la cual la caída a la realidad era la más cruel haciéndome mierda al momento de impactar contra el suelo.

Ese día había pedido permiso para trabajar desde casa con la excusa de que estaba enfermo, lo cual fue una completa mentira porque lo único que estaba haciendo era ver cualquier estupidez en la televisión para intentar engañar a mi cerebro, pero nada funcionaba, necesitaba aire fresco y un cambio de ropa porque sentía que apestaba a muerto con esta sudadera tres tallas más grandes y mi bóxer negro.

Apagué el televisor y subí a tomar una ducha. Quince minutos bajé nuevamente con unos Jean claros y una hoddie violeta, tomé las llaves de mi auto y salí de mi encierro.

Sabía exactamente a dónde iba, en esta jodida ciudad podía llamarlo mi refugio porque cada vez que entraba ahí me sentía yo, al mismo tiempo que me sentía seguro y protegido. Al llegar baje y un poco dudoso de si era buena idea, toque el timbre. Al final lo hice y espere a que abriera, no pasó así que toque nuevamente, pero siguieron sin abrir.

Estuve ahí parado como diez minutos tocando el timbre hasta que me desesperé, ya era seguro que no había nadie en su departamento así que con resignación di la vuelta para irme por donde vine, con la cabeza gacha viendo mis pies avanzar.

—Jimin.

Al escuchar mi nombre levante la vista topándome con Taehyung bajando de su camioneta.

—¿Por qué no me avisaste que venías? —Preguntó una vez que cerró la puerta y comenzó a caminar hacia mí.

—Yo... no lo sé.

—¿Sucede algo? —Paso sus tibias manos por mi mejilla para después recoger un mechón de mi frente y pasarlo detrás de mi oreja.

Tan dulce.

—No realmente, solo estaba aburrido y pensé que estabas en tu departamento y no se... quería... verte.

Juro que el brillo de sus ojos cuando casi susurro las últimas palabras era lo más lindo que podía haber visto durante el día y ya antes había estado viendo películas románticas.

—¿Te hice esperar mucho? lo siento.

—Oh no, no, no, casi acabo de llegar —mentí y ambos entramos, Taehyung detrás de mi cerrando la puerta.

—Disculpa el desorden —se disculpó solo por un par de platos sucios, porque era lo único que había en su mesita. —. Fui al aeropuerto a dejar a mis amigos y olvidé limpiar su desastre.

Por eso no estaba en casa cuando llegue, tenía sentido.

La noche del partido de Jungkook había visto a sus amigos, no nos habíamos presentado ya que fueron los primeros en irse así que a Taehyung no le dio tiempo, pero recordaba la cara de la rubia y el característico cabello azul del chico. Así que básicamente sabía quiénes eran, aunque no los conociera.

—¿Quieres que te ayude a recoger? —Me ofrecí.

—Nop. Tu eres mi visita —dijo mientras dejaba su abrigo en el perchero y comenzaba a remangarse la playera de manga larga. —. Pero ¿podrías ayudarme checando mi correo? por favor. Creo que llego uno antes de que saliera.