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No sé en que momento del día desperté, pero no debía ser mucho rato después de haberme desmayado. Estaba aún un poco ida, lo reconozco. Con mis manos toco la superficie fría en la que estoy acostada, debe ser una camilla o algo así. Youngmin tiene que estar en la misma situación que yo o incluso peor. Tokio aparece de repente en mi visión, toda sudorosa y agitada. Escucho gritos a mi alrededor y cómo se distingue claramente la voz de Denver diciendo que tuvieran todos mucho cuidado con nosotros. Giro mi cabeza y mi mirada se cruza con la de uno de los ladrones enmascarado aún. Se quita la careta temblando y noto que era Río. Estaba mucho más nervioso que los demás. Los mechones de flequillo se le pegaban en la frente por el sudor. Literalmente estaba encogido en una esquina.
— ¡Traed el botiquín! — exclama Moscú a lo lejos. Nairobi obedece y lo acerca corriendo. Tokio baja el cierre de mi mono y levanta también mi camiseta.
— No es grave, la bala solo la ha rozado — suspiera aliviada. Presiona con fuerza un trapo húmedo en mi herida — Haced lo mismo con Youngmin, correr.
El director no tuvo la misma suerte. La bala sí que entró de lleno en su hombro derecho. Seguro que estaba perdiendo mucha cantidad de sangre. ¿Para qué nos pone en peligro de esta manera?
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𝘽𝙖𝙟𝙤 𝘾𝙤𝙣𝙩𝙧𝙤𝙡 [La Casa De Papel: Corea]
Боевик« Solo vemos las consecuencias cuando están delante de nuestras narices. » ᵀᵒᵏⁱᵒ « Tienes que quererte más y pasar de ese payaso, que encima te chulea. » ᴺᵃⁱʳᵒᵇⁱ « La traición no depende de cuánto amas a alguien ni de cómo, depende de la magnitud de...