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- Está bien, hacerlo - acabo aceptando. Que hagan lo que quieran, no me voy a meter más.
- ¿Y cómo lo hacemos? - preguntó Anne.
- Vamos a escribir una nota en nombre de Miseon, se la entregamos a ese Denver y cuando venga aquí, lo atamos y le zurramos - comentó muy eufórico Youngmin.
- Y le sonsacamos lo del Profesor - completó el policía.
- Bueno, y eso también, sí.
- Perfecto, si todos estáis de acuerdo, escribiré la nota y el director se lo dará a alguien para que se lo entregue a Denver. Mientras tanto, dispersaos - nos ordenó el policía. Miseon y yo nos miramos, bastante incómodas y preocupadas por nuestra decisión, pero ya no había nada que hacer. ¿Es la decisión correcta?
Segundos después nos dispersamos, tal y como dijo que hiciéramos. Pero mi tranquilidad no duró mucho tiempo, ya que en un instante siento como me agarran fuertemente de la cintura, me elevan del suelo y me ponen la mano en la boca. Intento gritar, patalear, de todo para liberarme, sin éxito. Este extraño ser que me tiene casi secuestrada me lleva con sigilo hasta el despacho de Berlín, bueno, de Tokio ahora. Cuando abre la puerta, dentro se encontraba Río.
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𝘽𝙖𝙟𝙤 𝘾𝙤𝙣𝙩𝙧𝙤𝙡 [La Casa De Papel: Corea]
Acción« Solo vemos las consecuencias cuando están delante de nuestras narices. » ᵀᵒᵏⁱᵒ « Tienes que quererte más y pasar de ese payaso, que encima te chulea. » ᴺᵃⁱʳᵒᵇⁱ « La traición no depende de cuánto amas a alguien ni de cómo, depende de la magnitud de...