Entre sombras y memorias

4. Enfrentamientos

Dios mío, ¿en qué me metí? Andrew me va a matar. Se suponía que solo venía a la escuela y me regresaba, pero tenía que meterme en estas tonterías. Por supuesto que quería ganarle al idiota de manos grandes, pero también extrañaba jugar con los chicos y les debía esto, era el final de la contienda y era importante para ellos.

Como era de esperarse, Munson no podía ocultar su sorpresa al verme entrar por la puerta, ya sin la chamarra puesta y con el cabello recogido se podía apreciar mejor mi figura, la cual parecía que el chico no podía quitarle los ojos de encima.

Tosí como lo había hecho con Robin y Steve un día antes.

- Si me dejas de ver no me molesto. - dije en el tono más molesto que pude para irritar al chico de cabello largo.

- Sólo estoy confundido, creo que te equivocaste, aquí no es la cancha princesa, este es el club Hellfire. - me respondió de manera más molesta

- A comparación de ti yo sí sé dónde estoy parada, friki, vine para hacer ganar a mis amigos. -

¿Chicos no me di a entender cuando les dije que buscaran un oponente D I G N O? ¡Pero vaya, ya vi que me trajeron todo lo contrario! ¿Cuál es tu nivel y clase? ¿Frigida nivel 10, por lo que veo?" - reía Munson a la par que sus amigos.

- Para tu mala suerte soy un Mago multiclase nivel 14 que no va a tener ni la más mínima piedad cuando te arrodilles a pedirme que pare. ¿Vamos a jugar o seguiremos platicando como si fuera el club de libros, Munson?" - respondí, desafiante.

-¡Vaya, la princesa no lo tiene solo de adorno, me agrada! Bienvenida al club Hellfire. - dijo Munson, extendiéndome la mano. 

-Juguemos, pero si yo gano, tú me dejas de llamar princesa.- contesté sin poder dejar de ver sus ojos, sintiendo de nuevo la sensación de la mañana al roce de su mano.

- Perfecto, pero sí yo gano, tu usarás en la escuela una de mis camisetas p r i n c e s a. - respondió disfrutando cada letra de esa última palabra.

Soltamos nuestras manos y la partida comenzó. Tenía meses que no me divertía así, a veces pienso en que nunca debí de haberme ido. La campaña llegó a su punto más crítico donde si tiro mal los dados esto se termina y el loco de los tatuajes gana, cosa que no puedo permitirme, así que soplé esos dado rogando por un 20. 

El silencio se hizo en la habitación mientras los dados giraban sin cesar en la mesa, haciendo que cerrara los ojos, hasta que los gritos de mi equipo confirmaron lo que más esperaba, la ganadora era yo. 

-¡Te lo dije, Eddie! ______ es la mejor." - gritó Dustin abrazando a Mike.

-Lo sentimos mucho, pero nos vamos. Aún le quedan 10 minutos al juego de Lucas y le prometimos que llegaríamos.- le siguió Mike mientras corrían a la salida.

-¡NOOO, chicos, vuelvan! ¿¡Quién va a recoger todo esto!?" - les grité demasiado tarde mientras doblaban por el pasillo.

Era de esperarse así que me dispuse a levantar las figuras en silencio mientras el resto de chicos abandonaban el aula para evitar recoger. 

-Bueno, al parecer solo quedamos nosotros dos, princesa, la ganadora y el bufón.- exclamó Eddie sonriendo mientras hacía una reverencia con sus brazos extendidos hacia mí.

- Ni lo sueñes Munson, teníamos un trato, no me vuelvas a llamar así. -

- ¿Llamarte cómo? Mira te diré algo, soy un hombre de palabra pero es que te queda demasiado bien como para no querer decírtelo siempre, ¿no crees p r i n c e s a?. - contestó Eddie mientras se acercaba cada vez más a mi cara hasta escuchar la última palabra de su oración en un susurro al oído, con brazo estirado por detrás de mi cuerpo, estremeciendo cada parte de mi a la par de su voz.