TW/CW: ansiedad, depresión, sangre y ataque de pánico.
también contiene spoilers del juego y un poco de Suntan (SunnyxKel), porque amo a estos chicos y la dinámica que tienen. yo sólo quiero que sean felices. <'3
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Está tendido boca arriba en su cama, con la conciencia medio paralizada y desvanecida por el aplastante peso de la ensoñación.
No está seguro de la hora que es.
Puede sentir el cansancio palpitando a través de sus venas, el recordatorio intangible del daño que el insomnio provoca a su vulnerable cuerpo. De cualquier manera, no intenta dormir.
Porque no importa cuántas veces se quede dormido, vuelve a despertar una y otra vez, medio ahogado. Los residuos de las pesadillas se aferran como una telaraña a su única retina ilesa hasta el final del día, cuando vuelve a dormir. Ahí todo se repite, es un ciclo.
Afuera el sol sangra halos de luz mientras surca lánguidamente el firmamento. Las casas pequeñas y los grandes edificios se bañan en ellos, reciben lo que alcanzan de acuerdo a los ángulos de proyección. Sólo un delgado rayo solar consigue posarse en su ventana, se escurre como mantequilla derretida sobre las claras cortinas de lino.
No es suficiente para alumbrar su habitación herméticamente cerrada, desolada pese a su propia presencia. Aunque, lo motiva lo suficiente para levantarse de su cama particularmente fría y salir de casa en busca de algún tipo de calidez. Lo hace de forma instintiva. Sus huesos crujen junto con él, rígidos y entumecidos, al tambalearse hacia la puerta principal.
Ha pasado un tiempo desde que se mudó a este lugar con su madre. Sin embargo, nada de él ha cambiado en realidad. Sigue sujeto al mismo estado de inactividad y hundimiento insalubre que cuidadosamente construyó durante años consecutivos. En consecuencia, sus días permanecen desordenados y sin nombre, saturados por estática de la televisión; ruido blanco que ayuda a llenar espacios vacíos.
Su presente no es más que un punto negro marcado en un mapa, el presagio de una vida pesadumbrosa llena de dolor y miserable soledad. Es justo lo que merece, una manera permanente de expiar todos sus pecados. No importa cuánto lo desee, Sunny ya no puede escapar más. La compleja burbuja, que su subconsciente creó al soñar, sucumbió después de restaurar todos sus recuerdos en el hospital.
Ahora su memoria esclarecida le proporciona pesadillas horribles. Son una inquietante amalgama entre los hechos, crudos y descarnados a piel viva, y el remordimiento abyecto incrustado en la parte más profunda de sus entrañas. Por esa razón se mantiene despierto lo más que puede, incluso si eso lo deja demasiado fuera de sí para siquiera tener noción del tiempo. Resulta manejable por decir lo menos, se siente como un insecto atrapado en el ámbar.
Él observa el paisaje suburbano cubierto de un espectro diurno fulgurante. No es tan intenso como para difuminar los distintos matices de color, pero su ojo le punza de igual manera antes de adaptarse a la luz. Los objetos y las personas adquieren su forma predeterminada un poco más tarde.
A veces, Sunny piensa que podría caminar todos los días por estas mismas calles, ajustar su mente para memorizar cada grieta en los adoquines enmohecidos del parque, cada rostro indiferente que no se topa con recurrencia. Pero, aún si lo hace, no podría acostumbrarse a su nueva vida, a esta nueva realidad subalterna. Es especialmente difícil cuando toda la piel le pica, ansiosa por abandonar este lugar al que nunca pertenecerá por completo. Siempre está rascando su piel hasta que se hincha y resquebraja en un tono rojizo agónico, el mismo que aún persiste en sus manos después de tanto tiempo.
Imbuido por el miedo irracional de suscitar el odio de otros a sí mismo, mantiene sus interacciones al mínimo y sólo se limita a contestar con monosílabos, gestos o señas. Ni siquiera habla adecuadamente con su madre o con los distintos terapeutas que lo lleva a visitar los fines de semana.
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𝘼𝙡𝙡 𝙤𝙛 𝙤𝙪𝙧 𝙮𝙚𝙨𝙩𝙚𝙧𝙙𝙖𝙮𝙨 ؛ suntan (omori)
Hayran Kurgu«Porque no importa cuántas veces se quede dormido, vuelve a despertar una y otra vez, medio ahogado. Los residuos de las pesadillas se aferran como una telaraña a su única retina ilesa hasta el final del día, cuando vuelve a dormir. Ahí todo se repi...