Final

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Tardó aproximadamente hora y media en tratar de convencer al chino de que saliera a pasear con Milo un rato, realmente no necesitaba demasiado tiempo para hacer la cena porque ya había preparado algunas cosas para sólo armar el dimsum y cocinarlo. Mientras ponía la mesa pensaba en la manera perfecta de pedirle a Jackson que fueran novios, tenía la base del todo, pero no podía simplemente soltarle todas las cosas que tenía en su cabeza.

— Sí puedo.— bufó.

Tenía que decir todo lo que le hacía sentir y lo que quería con él. Jackson era una persona insegura, ahora lo era menos que antes, pero eso no quería decir que lo haya dejado de ser. A veces podía notar como su mente divagaba en pensamientos negativos acerca de su tipo de relación, casi siempre los pensamientos los iniciaban otras personas al decirles "Ya llevan saliendo mucho tiempo, no van a formalizar" "si ya se besan no creo que quiera ser tu novio ya" ¿Por qué se metían en lo que no les importa?. Iba a demostrar que todos se equivocaban, él sí quería formalizar y sabía que Jackson también entonces eso haría.

Escuchó los ladridos de Milo al otro lado de la puerta y se apresuró a revisar que todo estuviera listo para correr a la puerta y guiar al contrario a la parte de arriba para que se cambiara, iban a tener una cena casual pero Jackson iba en tenis deportivos, pans y suéter, era casual pero no tanto.

— Milo persiguió a 4 ardillas por todo el lugar.— fue lo primero que dijo al cruzar la puerta.— ¡Se las quería comer!

Sonrió y se agachó a acariciar a Milo. — ¿Verdad que no te las ibas a comer?.— habló ligeramente más agudo.

— ¿Verdad que sí?.— dijo en el mismo tono.

— Oye no me arremedes...

— No lo hice.— se acercó y le robó un beso.— ¿Qué haremos de cenar?.

— ¡Espera!.— lo paró cuando iba a la mesa.— Ve a cambiarte, ya hice la cena.

Jackson acató las ordenes y fue a cambiarse sin objeciones, ese día quería pedirle que fuera su novio y ciertamente no sabía que iba a decir, simplemente quería que fuera especial, con esa idea en mente había comprado collares iguales para tener un accesorio en común, le gustaban ese tipo de cosas que con pequeños detalles podías hacer ver que estabas saliendo con alguien o eran amigos.

Al bajar fue al comedor y vió su platillo favorito listo para comer, todo perfectamente acomodado en su lugar y al subir su mirada se encontró con la del chico que más quería. Estaba en su lugar seguro.

— Dijiste que era tu favorito ¿cierto?.

— Lo es. Muchas gracias Markie.— lo abrazó y se separó para sentarse.

— No es nada, es un día especial... al fin podemos estar juntos después de tanto.

— Vaya que es especial.— sonrió.

Sin más empezaron a comer, ninguno de los dos se atrevió a pedirle al otro ser su novio, realmente era complicado para los dos, sabían que se gustaban igual daban nervios el tener que pedirlo sin sonar tontos o balbucear. La cena acabó bien, estaban satisfechos y felices, la propuesta no tenía por que ser en la cena por lo que en lugar de quedarse dentro de la casa se decidieron a sacar una manta y tenderla en el pasto frente de la cabaña para poder ver las estrellas acompañados de una copa de vino.

Mark tenía su cabeza apoyada en el hombro de Jackson y este la tenía sobre la suya. Jackson tenía la caja a un lado de él, la había sacado sin que Mark se diera cuenta cuando había ido por el vino y las copas, pensaba en como empezar su propuesta pero Mark no lo dejó si quiera terminar de poner en orden su cabeza cuando ya le había ganado la propuesta.

— ¿Ves esa estrella de ahí?.— señaló y Jackson asintió.— Es tan brillante como tú... no entiendo que fuerza mayor te haya puesto en mi camino esa noche pero se lo agradezco inmensamente.

— Lo más brillante aquí eres tú...

Mark negó. — Dicen que cuando ayudas a alguien tu buena acción regresa doblemente en forma de cosas positivas para ti, creo que lo más positivo que me pudo pasar fue conocerte. Desde el minuto uno causaste sentimientos en mí, tal vez no fue el más positivo, pero tus ojos... son lo más bonito que he visto en la vida ¿se pueden considerar una maravilla del mundo?.— Jackson negó sin poder hablar.— Es una pena, tal vez ya sepas a donde quiero llegar con esto. Me gustas. Me gustas mucho y quisiera que me permitieras ser tu novio. Te prometo que voy a cuidar tu corazón como lo que es: lo más valioso que hay en este mundo. No te prometo ser el novio perfecto pero te prometo intentar serlo.

Se sentó frente a él y tomó sus manos delicadamente mientras Jackson tomaba las únicas fuerzas que le quedaban en tratar de controlar su corazón.

— Si las cosas se ponen difíciles te prometo estar ahí para escucharte y ayudarte si está en mis posibilidades. Te prometo tratar de mejorar día con día para que nuestra relación sea duradera... pero esto sólo puedo lograrlo de una manera. Jackson ¿Puedo ser tu novio?.

— Yo... yo... Sí, sí puedes ser mi novio.— soltó y Mark sonrío para abrazarlo fuerte y darle un beso.— Ahora sé como pedirte matrimonio.

Soltó una risita. — Sin presiones, gracias por aceptar. Te quiero mucho.

— Yo también quiero decirte algo... de hecho quería hacer lo mismo que tu pero... ya sabes.

— ¿Ibas a pedirme ser tu novio?.— Asintió.— Puedes hacerlo, ¿Qué me ibas a decir?.— soltó con emoción.

— Bueno yo, realmente no lo sé. Quiero decir... eres lo mejor que me ha podido pasar, si realmente existe el destino sé que mi destino eres tú y estoy feliz de que así sea porque has llegado a lo más profundo de mi corazón. Siempre he dudado de muchas cosas en mi vida, pero ahora no dudo ni un segundo en que tu me quieres de la misma forma en la que yo lo hago y eso me hace inmensamente feliz. El solo verte unos pocos minutos me hace feliz el resto del día e incluso la semana, cuando estamos juntos no hay rastro de inseguridad... y créeme que eso era algo que nunca faltaba conmigo, pero contigo es diferente, contigo dudar es como lo más estúpido que puedo hacer.

Tomó aire y agarró la caja a su lado con los collares.

— Sé que es cursi pero me gusta todo lo cliché de compartir cosas de pareja y me gusta hacer notar mis sentimientos también.— abrió la caja haciendo que Mark abriera los ojos un poco más al ver los lindos collares.— Cuando vi esto pensé en ti y en mi en la playa caminados tomados de la mano. O pensé en como me hubiera gustado presentarte a mis padres y en como ellos te amarían. Todo lo que pienso acerca de ti es positivo. Tu me prometiste tratar de ser el novio perfecto, pero para mi el novio perfecto eres tú. No hay más.

Mark soltó unas cuantas lágrimas y lo abrazó. — Vas a tener que tomarme la mano para ir a la playa porque me da miedo el mar.

— Siempre. No voy a soltarte nunca.

— Nunca dudes de mis sentimientos por ti, sé que en un principio era inevitable, pero ahora no lo hagas más, te quiero.

— Nunca más, te lo prometo. Yo te quiero aun más.

Las promesas que ambos hicieron fueron selladas por un beso. Un beso que sabía a felicidad y seguridad. Un beso de amor qué sólo se pueden recibir de la persona indicada.

Nunca Más // Markson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora