Décimo tercer capítulo.

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Miércoles, 10:22 a.m.

El sol brillaba atravesando los cristales del salón de clase e iluminaba los rostros sonrientes de los pequeños que corrían, en su mayoría, presurosos hasta la salida. Amy les había concedido espacio libre para jugar mientras se dedicaba a reorganizar los trabajos de los infantes en sus carpetas correspondientes.

Los niños habían preferido tomar la pelota de fútbol de su separador e ir a jugar al patio posterior, mientras que las niñas se dirigieron al estante de muñecas para tomar una y combinar estilos de ropa y peinados entre sí.

El pequeño de la cabellera rubia había tomado la mano de Harry y lo había conducido hasta la estación de Lego en donde ambos se sentaron sobre la suave alfombra y empezaron a sacar los cubos de distintos colores de los estantes.

— ¿Qué es lo que construiremos, Ni? —Preguntó Harry en un leve susurro haciendo que su voz se volviera pequeñita y casi inaudible.

—Tengo una idea en mente. —Mencionó Niall con un brillo especial en sus ojitos azules. —Pero no puedes saber lo que es hasta que termine. Es una sorpresa. —Le guiñó un ojo con inocencia.

Bueno, en realidad no había sido exactamente un guiño, quizá hasta se asemejaba a una mueca pero, de todas maneras, había provocado en Harry una sonrisa que dejaba ver sus hoyuelos.

—No sonrías así, Harry. —Le reprochó con su mirada fija en los legos que iba a utilizar, separando unos de otros conforme a su figura. —Haces que me desconcentre. —Le dijo por última vez antes de levantarse y caminar al estante en busca de más cubos verdes.

Harry simplemente se quedó estático en su lugar mientras sentía sus mejillas arder por aquella última frase de su amigo. Niall en verdad era un pequeño inocente y adorable que fácilmente podría iluminar con su deslumbrante sonrisa hasta la vida más apagada y sombría.

Cuando dejó atrás sus pensamientos, se percató de que Niall volvía llevando consigo una caja que a pesar de su tamaño, ya que era un tanto pequeña, seguía costándole esfuerzo de traer, por lo que echó a correr en su dirección para brindarle su ayuda.

—Aquí, Harry —señaló con su dedito el lugar exacto para dejar la caja, un tanto más alejada que la anterior. —Ahora, siéntate y escoge los personajes de Lego que más te gusten, ¿está bien? —Terminó de indicar el pequeño de cabellera rubia y Harry asintió con su mirada confundida puesto que no descifraba cual era el objetivo de su amigo.

El pequeño de la mirada azul se alejó de nuevo y empezó a sacar distintos cubos de colores. Los sostenía en su mano al mismo tiempo que los miraba detenidamente examinando su forma y en qué parte de la edificación diseñada en su cabecita sería más conveniente colocarlos. Cuando Niall se dio cuenta de la mirada escrutadora de su amigo, simplemente le dedicó una sonrisa traviesa y se sentó de espaldas a Harry, pero sin ser descortés o algo como tal.

Harry desvió su mirada y se centró en los montones de figuras de Lego que se hallaban dentro de la caja. Con sus manitas los sacó uno por uno y empezó a limpiarlos del polvo que se había acumulado sobre ellos. Los chiquillos no solían jugar con las figuritas de plástico puesto que pensaban que eran aburridas y preferían pasar su tiempo con juegos más activos o de destreza.

Su mirada esmeralda se detenía en cada personaje, ya sea que representara una persona o un animal, y repasaba cada rasgo que lo conformaba, cada detalle de pintura para luego dejarlo de pie uno junto a otro. Harry era un niño muy observador, pero aquello era entendible puesto que estaba en la edad de la curiosidad.

Las pequeñas figuras de Lego ahora frente a sus ojos verde esmeralda le recordaban muy bien a aquellos del año pasado, en Navidad, cuando se les había propuesto a los niños crear, con plastilina o arcilla, una figurita que se asemejara a sí mismos y traerlo el último día antes de las vacaciones de invierno.

Stay With Me ♦Larry Stylinson♦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora