Décimo quinto capítulo.

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Lunes: 7:55 a.m.

La vida de una persona puede cambiar notablemente en tan solo una semana y el pequeño Harry era consciente de eso.

El ambiente gélido y frío del invierno desaparecía dando paso a la vida y la variedad de colores que traía consigo la primavera. El ojiverde se movía inquieto mientras cruzaba el parque de camino al centro infantil. En lugar de su habitual mirada triste, sus ojitos brillaban con emoción y regocijo mientras observaba el césped verde y las pequeñas flores que se levantaban en medio de las hojas verdes.

Con los pequeños saltitos que daba, evitando pisar algunas fisuras en la acera de piedra, su cabello se movía de manera simpática para luego caer de vuelta en su frente. La mochila también golpeteaba contra su espalda mientras escuchaba la nueva caja de crayolas moverse de un lado a otro y chocar, probablemente, con el libro de dibujos que había reservado para compartir con su rubio amigo. Era aquello o las galletitas de animalitos que estaban en un recipiente se estaban volviendo ahora pequeños trozos con cada paso que él daba.

Anne sabía que a su pequeño hijo le encantaba dibujar, siempre siendo cuidadoso con los detalles mínimos y por no salirse de la línea al pintar; así que el sábado, segura del buen comportamiento de Harry, se había desviado de su camino a casa para comprar una caja de crayolas con colores brillantes. Eran casi 50 tonalidades pero la atención del pequeño se había centrado en una sola pieza: Azul zafiro, el mismo matiz del cielo en los calurosos días de verano, de las aguas cristalinas en el océano y de los ojitos de Louis al observarle con cariño e inocencia.

~*~

A Harry le causo gracia cuando dio un vistazo a la vestimenta de Niall apenas entró a su salón de clase. Su carita de bebé con mejillas rosadas parecía no encajar con el chaleco beige y con la corbata marrón que se ataba al cuello de su camisa blanca.

Cuando el pequeño rubio se dio cuenta de la expresión divertida en el rostro de Harry, le lanzó una mirada acusadora y de reproche.

- ¡No es gracioso, Harry! Mamá me obligo a vestir esto porque, según ella, lunes es un día formal y de corbata -Un resoplido escapó de sus labios mientras dejaba su mochila junto a la de Harry en el cubículo de ambos. -A veces creo que olvida que solo tengo cinco años. -

-No me disculpo porque en realidad sí es gracioso, Ni. - Le dijo Harry mientras cubría la repentina sonrisa en su rostro con el dorso de su pequeña mano. -Tu carita de bebé no encaja con ese traje de abuelito. -

- ¿Carita de bebé? -Preguntó Niall indignado. -Lo siento, pero aquí el de los hoyuelos eres tú. -

-Tener hoyuelos no significa que soy un bebé. -Harry se mostraba pensativo ante lo que iba a decir. -Seguiré teniendo hoyuelos aun cuando esté viejito y arrugado y eso no quiere decir que siga siendo un bebé. ¿Lo ves? Mi argumento tiene razón. -Y una sonrisa de autosatisfacción apareció en el rostro del ojiverde.

-Te diría algo más pero no sé qué es "argumento". -Le restó importancia con un encogimiento de hombros. -Además era una conversación absurda solo por la corbata. -

-Sabes que tenía razón y por eso no dices nada más. -

-Solo sé que te conozco hace menos de una semana y ya creo que eres una de las personas más filosóficas aquí. -Extendió sus brazos abarcando al resto de niños que iba tomando asiento en sus respectivos lugares.

-No sé cómo es qué no sabes el significado de "argumento" pero si utilizas palabras como "filosófico". -

-Papá solía impartir clases en una universidad de Mullingar. Él siempre usaba palabras extrañas cuando preparaba sus lecciones. Quizá recuerdo algunas de ellas. -

Stay With Me ♦Larry Stylinson♦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora