Change - Billy Hargrove* ੈ✩‧₊˚

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Chaos❗️

Estaba con Billy en el bosque, estábamos abrazados viendo el cielo nocturno. Si pudiera describir la felicidad con un momento, estos serían los momentos. En los cuales estamos tranquilos, sin prisa, sin problemas. Solo nosotros dos y la luna. El me hacía feliz, el me tenía sonriendo todo el día. El era y es quien me alumbra los días.

–Sabes...me gustaría despertar así. Contigo.

–A mi también, cariño. Pero se que pronto podremos hacerlo, con el dinero que hemos ganado podremos rentar un remolque. Lo prometo.

Billy acariciaba mi brazo suavemente, sentir su tacto cálido me erizaba la piel.

–Te amo, Billy. Te amo mas que a nadie. ¿Lo sabes?

–Lo se, princesa. Yo también te amo. Te amo mucho más de lo que piensas.

–Te amo tanto aggg.

Me subí encima de el y empecé a andarle besitos en toda la cara, en la mandíbula, en el cuello. En todas partes sentía que su comisura se expandía al parecer estaba sonriendo.
Agarre su cara en mis manos y empecé a besarlo, besarlo de una forma tan tierna, tan valida tan suave. No habían más intenciones en ese beso. Solo disfrutar el momento con el y ser feliz.

El agarro mi cintura y ahora el empezó a darme besos en todas partes.

–Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo.

Me decía cada vez que me daba un beso. Sentía mariposas, estrellas fugaces, fuegos artificiales en mi estómago. Tantas sensaciones que me hacía sentir aún estando tanto tiempo juntos.

–Te amaré incluso los sicarios me secuestres y me torturen hasta que deje de amarte, no lo dejare de hacer. Te amare incluso muerta. Te amare incluso estando en la oscuridad más profunda de mi vida.

–Y yo te amare incluso si muero a base de tus manos. Te amare en todos los universos. Todos los planetas. En todos los bucles de tiempo. En cualquier ocasión te seguiré amando.

A veces se ponía tan romántico. Amaba esa parte de él. En realidad amaba todas las partes de él.

Estuvimos horas hablando, recostados sobre el pasto viendo el cielo. El me hablaba mucho de su madre. La amaba mucho. Hablo y hablo hasta que vio la hora y dijo que ya tenía que irme a casa. También era demasiado sobre protector.
Así que fuimos al auto y nos metimos dentro, Billy puso el auto en marcha mientras ponía una de sus manos en mi pierna. El siempre buscaba mi tacto, sea tocando mi pelo, tocando mi mano, tocándome de cualquier forma, pero sintiéndome. Creo que es una de las cosas más tiernas de el. Al llegar a casa bajó del auto y me abrió la puerta.
Al ver que me bajaba agarro mi cara y me dio un beso. Luego beso mi frente.

–Nos vemos mañana, cariño.

–Nos vemos, lindo. Cuídate y maneja con cuidado.

–Lo haré. Te amo.

–Te amo más.

Dicho esto me acerque a la puerta y espere a que se fuera. Al verlo irse entre a la casa. No sabía que mañana me esperaría un día larguísimo...