Capítulo 3.

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Tras disfrutar de la cena de reconciliación, los 3 Haitanis se encontraban sentados en la mesa mirándose y hablando como hacían cada noche.

— ¿Y dónde compraste la cena, Rayan? — preguntó Rindou mientras juntaba los platos para llevarlos a la cocina.

— Oh, no la compré, la preparamos aquí en casa.

— ¿Tú? ¿Cocinando? — Rindou se encontraba bastante sorprendido, pues su hijo apenas y podía hacer un arroz sin quemarlo.

— Dijo preparamos ¿Vino alguien a ayudarte? — completó Ran mirando con una sonrisa enigmática.

— Así es, pero solo cocinamos y nos fuimos, lo prometo — respondió rápidamente para evitar malos entendidos.

— ¿Y quién era?

— Haruka Shiba — Rayan sabía que eso podía hundirlo, pero mentir no ayudaría, además no sentía que sus padres estuvieran realmente enojados.

— ¿Shiba? ¿Es hijo de Taiju? — preguntó extrañado Rindou.

— No, los hijos del señor Taiju se llaman Kenzo y Aiko, y no conozco a ninguno de los dos.

— Ya veo, entonces debe ser de alguno de sus hermanos.

— Eso no es lo importante, — interrumpió Ran — lo importante aquí es que estuviste solo, en mi casa, con el chico que te gusta.

— ¿Te gusta ese chico? — Rin se sintió ofendido por unos segundos al darse cuenta que su esposo se había enterado del interés amoroso de su hijo antes que él.

— No no no, o sea sí, — Rayan se tomó su tiempo para pensar bien en lo que iba a decir — me gusta, es cierto, pero es algo completamente unilateral y seguramente después de hoy no vuelva a hablarme.

Los dos mayores se miraron mutuamente ante el notorio desánimo del pequeño rubio.

— ¿Sucedió algo malo? — preguntó Rin en tono suave, mientras acariciaba la mejilla de su hijo.

— Lo mismo de siempre, fui a llevarlo a su casa y creo que solo de vista su padre ya me odia. Seguramente habrán escuchado de ustedes, después de todo él es hijo de dos ex-miembros de la ToMan.

— Entiendo, pero no te des tan vencido tan pronto, Rayan. Tal vez solo sea impresión tuya. — Ran trató de animar a su hijo, mientras pensaba en algo que pudiera hacer para ayudarlo.

— Cuéntame un poco más de él, — le animó Rin para cambiar un poco el ambiente — ¿Por qué te gusta?

Rayan y Rindou se dirigieron al sofá y allí el menor estuvo un buen rato hablando respecto a ese chico, Ran, por su parte, se alejó hacia el balcón de la habitación para hacer algunas llamadas.

~~~~~ 1 semana después ~~~~~

— Rayan ¿Ya estás listo? — Preguntaba Rin mientras terminaba de anudar la corbata de su esposo.

— Sí papá, estoy listo ¿Pueden decirme ya a dónde vamos?

— Es una reunión — respondió animado Ran — Algunos de los antiguos miembros de los Black Dragons y otras legendarias pandillas, que ahora nos llevamos más o menos bien entre nosotros.

— ¿Por qué harían algo así? — preguntó el menor viendo confundido a sus padres.

— Bueno, las pandillas son más que grupos de delincuentes juveniles que pelean entre ellos, existe un sentimiento de hermandad y amistad, puede que Rin y yo al tenernos a nosotros mismos, no hiciéramos muchas más amistades profundas, pero éramos queridos.

Rayan Haitani: Un Adolescente en ApurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora