Lazo - H.A #8

2. Miedo, una emoción que reconozco fácilmente

Sexto mes dentro de la Universidad y para los alfas parecía aún ser un juego molestarlo, aunque ya no tanto como al inicio.

Estaba agradecido con Off por defenderlo, pues ya no tenía a los peores golpeándolo. Aunque aún estaban los empujones entre cada clase, sus útiles tirados al basurero, cosas... ¿normales? Como el que alguien dejara su yogurt en su mochila, a ese "alguien" le había parecido muy gracioso dejarlo abierto para que todo se ensuciara. Pero él, ya estaba acostumbrado a gastar en más cosas, más cuadernos y más lapiceros...

Y ahora solo debía limpiar su suéter —que tenía tierra encima— ¿Por qué? probablemente el tipo que le puso el pie en el campus sabía algo.

—Solo quítate maldita mancha. —Era un lindo suéter, tuvo que trabajar durante dos meses para obtener su pago y comprarlo— Diablos... —Y no se quitaba, entre más se preocupaba menos probabilidad había de que su petición se cumpliera. Había perdido una clase, una importante, que le serviría para el examen que se aplicaría dentro de una semana. Negó, no quería llorar en ese momento. No planeaba hacerlo porque significaba que su aroma se esparciría y atraería a los demás, así que con cuidado buscó entre sus cosas, ya limpias, y sacó el pequeño pote junto al spray. Tomó una de las pastillas, miró detenidamente el pequeño recipiente con vacilación— ¿Y si mejor tomo dos? —Negó, no era bueno para su cuerpo. Tomó el spray y roció sobre su cuello para esparcirlo luego por su pecho. Se detuvo, lo guardó y volvió a mirar su suéter—. Ya no puedo hacer nada al respecto...

No se sentía bien, tenía miedo. No era lindo seguir siendo molestado a cada momento.

Con los ánimos bajos salió del sanitario, caminando por los pasillos y observando como la mayoría empezaba a salir.

Intentó pasar desapercibido, mezclándose entre todos, no deseaba en que lo tomaran sorpresivamente y sin alguien a su lado.

—¡Gun!.. pero que sorpresa. —El agarre firme en su mochila le provocó tambalearse y caer—. Estás solo, ahora ese alfa molesto no te cuida. ¿Sabes por qué?, ya no le interesas. —Gateó hasta la pared, respirando con dificultad. Pasando sus manos pequeñas por sus piernas tratando de protegerlas de ser golpeadas—. No, no, se acaba la diversión cuando intentas hacerte bolita. —Su cabello fue jalado con fuerza, el quejido que salió de sus labios solo fue parte de la diversión de sus agresores, los tres alfas, quienes ya mostraban sus sonrisas—. Un beta como tu ni siquiera debería ser así de lindo. Tienes mejor cabello y ojos que nuestras Omegas ¿y sabes que es más molesto? que tú no puedes ofrecer algo más. Solo ilusionas con tu aspecto.

—Suéltame, por favor. —Rogar no era de su agrado; pero no quería más golpes—. P-Por favor...

Sus ojos dejaron escapar el mar de lágrimas, que venía conteniendo, sus manos tiritaron y... no le gustaba eso, era malo.

—Dios, está llorando. ¡Suéltalo!, él nunca llora por esto

—Es demasiado, ya déjalo. Se supone que era divertido pero cuando llora tiene un no sé qué, no me gusta. —Declaró su compañero.

Lo que menos esperó fue que su mayor apretara el agarre de su cabello y lo arrojara contra el suelo con fuerza. Esa acción traería una consecuencia terrible.

El ruido resonó, el quejido fuerte fue audible cuando su espalda golpeó la pared y su cabeza también.

—Idiota, no tan fuerte. —Uno de los alfas se agachó observando como la sangre empezaba a escurrirle de los oídos al menor— Mike esta vez te pasaste.

—Por Dios, está bien. Gun levántate.

No hubo respuesta, no cuando su cabeza cayó hacia un lado y sus ojos cerrados demostraron inconsciencia.

—Gun deja de fingir y levántate.

¿Qué hacer al saber que heriste de más a alguien?

Si eres cobarde... sólo huyes.

—Vámonos.

Había un síntoma de molestia, después de entrar al salón de filosofía y no encontrar a Gun. El chico bonito y tierno de cabello azabache, el que tenía ojos color miel y no tenía aroma, bueno, sólo el de sus prendas. No pudo evitar preocuparse, incluso salió a buscarlo por los pasillos, pero sólo se cruzó con los alfas que hace tiempo molestaban a Gun. Los vio de lejos, rodeando algo y quedándose quietos como si no supieran que hacer. Se acercó, viendo por fin a quien parecía ser Gun, inconsciente en el suelo.

No esperó, solo los apartó y lo comprobó. Si, era Gun y no estaba despierto, tampoco bien.

—¿Quién de ustedes fue?

Los tres retrocedieron, temblando de miedo.

—Les hice una pregunta. —El gruñido que soltó, solo demostraba que su lobo interior estaba furioso.

Era obvio el malestar ante los agresores.

—Mike lo hizo. —Dijeron ambos al unísono para retroceder y correr dejando al mencionado solo.

Fue en ese momento, cuando los ojos de Off perdieron el brillo y sus puños impactaron incontables veces en el rostro del chico, quien se quejaba y lloraba disculpándose. Arrepintiéndose de haber hecho lo que hizo a un chico que ya estaba protegido por un alfa.

"No lo lastimes, o juro que te destrozaré."

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ