Lazo - H.A #8

11. No llores, es tiempo de avanzar

Sus ojitos hinchados eran muestra de las horas que siguió llorando, ni siquiera su alfa había podido calmarlo. Y ahora, estaba listo, para marcharse con Off, de nuevo a casa, resultaba extraño que sólo pasara una noche y que todo se hubiera arruinado.

—Gunnie, mírame. —Obedeció obteniendo un beso en sus labios—Cierra tus ojitos. —Al cerrarlos sintió los dedos de Off pasarle suavemente por encima, con algo frío. Intentando ayudarle a bajar la hinchazón de ese modo—. Dime cariño, ¿prometes no llorar por cosas insignificantes?

—Off...

—¿lo prometes?

—Lo prometo. —El frío desapareció y puso parpadear sintiéndose un poco mejor.

Tomó su mano para recoger las maletas y salir del cuarto. Sabiendo que sería la última vez que estaría en ese lugar, en esa casa y con esa familia.

No tardaron en bajar las escaleras, encontrándose a los hermanos de Off.

—Gun lo sentimos mucho, no sabíamos que reaccionaría de ese modo. Sin embargo, debes saber que si ambos necesitan apoyo estamos para eso.

El hermano mayor abrazo a Off y se alejó para apresar esta vez a Gun en un abrazo cálido y rápido.

Se alejaron. Al menos los hermanos los apoyaban.

—Te extrañaré, pero sé dónde vives así que en unos meses o el próximo año iré. ¿De acuerdo? —Arm parecía ser más tranquilo, un alfa comprensivo.

Asintieron.

Off tomó a Gun de la mano y avanzando hasta los pasillos de la salida donde el menor sonrió al notar las fotos en la pared.

—Esperen, Off. Hijo. —El alfa se detuvo, su padre llegó para abrazarlo, sonriéndole orgulloso para luego alejarse—. Sé que tienes un gran futuro, un Omega lindo a tu lado y no tengo duda de que tendrán una familia y mucho amor. Así que no dudes en llamarme si hay un problema. —Esta vez la mirada fue dirigida a Gun—. Gun, cuida a mi hijo. A veces es testarudo pero sabe arreglar las cosas. Estoy seguro de que hará todas tus metas y sueños, realidad. No dudes.

Sí, definitivamente esas palabras eran mucho mejores que los gritos de su esposa. Dara no estaba ahí, y de algún modo ambos agradecían eso. No les gritaría nada peor.

—Gracias... espero verlos.

—Cuídate mucho.

Se quejó, se sentía mareado y abochornado, con calor. Ni siquiera podía dar un paso por el temblor en sus piernas y el dolor en su abdomen.

Chilló, estaba sosteniéndose de la separación de la sala, en el departamento de Off, usando una suave y cómoda pijama.

Off estaba en su trabajo. Eran vacaciones, pero quiso aprovechar para ahorrar un poco sus ganancias.

El problema era que su celo se había atrasado una semana, y ahora no podía siquiera llamar a su Alfa.

—A-Alfa... —Tembló, podía sentir su entrada húmeda, punzando y produciendo lubricante natural para algo que no pasaría— Yo-Off...

Sus rodillas se doblaron en el piso, provocando un estruendo suave cuando cayó y sus manos fueron directamente a su abdomen intentando masajearlo

—M-Me duele... —Lloriqueó, a diferencia de sus otros celos, este era más fuerte.

No recordaba que antes estuviera tan húmedo y listo para ser follado, tampoco que su cuerpo reaccionara tan mal ante los dolores.

—Dios...

Empezó a gatear hasta la habitación, con su cuerpo ardiendo y la debilidad en sus manos haciéndose presente.

Tan rápido como llegó intentó subirse a la cama para tomar la almohada de Off y abrazarla, esperando que el aroma al menos lo calmara un poco.

—Mngh... —Quería tocarse.

Había una necesidad en liberarse de sus prendas y tocarse, de la forma más brusca para que pudiera dejar de doler.

Sin embargo no quería ¿y si su alfa llegaba y lo encontraba en una posición extraña? ¿Y si lo consideraba pervertido por eso?

—¡Alfa!, solo quiero que me toques. Solo... quiero que me reclames.

Puchereó, no, él debía esperar, aun no era el momento. Debía ser cuando cumpliera diecinueve. Si, entonces sí estaría bien.

Se removió, sintiendo su entrepierna despierta y la necesidad bullendo. Quería pero de algún modo no se sentía bien al saber que el alfa no podía ayudarlo. No importaba ¿si se tocaba solito no habría un problema? ¿Off no se enojaría? ¿Verdad? esperaba que no.

—Solo un poco... —Llevó sus manos fuera de la almohada y se sentó mejor en la colcha suave, no era malo. Todo estaría bien.

Desató la atadura de su pantalón para bajarlo y quitárselo, hizo lo mismo con su ropa interior, dejando desnuda su parte inferior.

Abrió sus piernas lo suficiente para pasear sus manos pequeñas por sus muslos dando ligeros apretones a los lugares que sentía tensos. El calor abrasador en su piel le mostraba lo que quería, su lobo desesperado y la humedad entre su trasero era obvio. Lamentablemente no tenía nada con que jugar, no tenía a su madre para decirle que no era un problema tocarse. No la tenía para conseguir algo o correr a su papá de casa durante su celo.

Solo debía hacer lo que su cuerpo pedía.

—A-Alfa... —Un gemido bajo salió de su boca al tomar su pene entre sus manos, las movió lentamente de arriba hacia abajo... pero una idea mucho mejor cruzó su mente. Bajó una de sus manos hasta su entrada para meter su dedo índice ante la pulsación de su entrada.

Se sintió mejor, quería algo más grande, tal vez reclamando todo su interior y golpeando fuerte.

—Yo-Off... —Cerró sus ojos moviendo ambas manos, masturbándose y metiendo poco después dos dedos a su entrada, sabiendo que eso calmaría un poco su cuerpo.

Echó la cabeza hacia atrás levantando la cadera un poco y arqueando su espalda ante el cosquilleo que pasaba por su abdomen. Su propio fluido fue usado para hacer resbalar sus dedos y se mordió el labio, al tiempo que movía más rápido sus dedos y apretaba la base de su pene. Ocasionando que su entrada apretara sus dedos, en el interior.

Abrió la boca, dejando que un grito de placer fuera lo único que saliera. La liberación llegó y el lubricante natural caliente empezó a chorrear.

—Mngh... aun duele.

En serio necesitaba algo. No sabía qué hacer, solo podía meterse a bañar, cambiar las sábanas y esperar al mayor.

"Soy tuyo, excepto por un detalle..."

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ