Lazo - H.A #8

18. Quiéreme como yo lo hago

Se sentía incómodo, como cuando sabes que tu olor es fuerte y has olvidado usar desodorante. Solo que en lugar de un olor fuerte de sudor, era el aroma natural de su cuerpo. La peonia y la fresa en todo su esplendor.

Incluso los demás parecían verlo con sorpresa y con deseo.

Él, solo podía sonreír con la mano enlazada a la de Off. El único que podía disfrutar de su aroma fuerte. Mientras su marca se dejaba ver sobre la abertura de su cuello y hombro, fresca y resplandeciente. Con el aroma a café a su alrededor.

Aun así, podía saber por las miradas de los alfas que no lo dejarían en paz, que incluso iban a molestarlo. Trató de no pensarlo, su pareja estaba con él, aun con trabajo ambos manteniéndose y sobreviviendo con lo poco que ganaban, él seguía a su lado.

Esperando impaciente terminar su carrera universitaria y obtener su título para poder trabajar en algo mejor.

—Vendré por ti en una hora, después nos tocará recibir las siguientes clases, juntos. Excepto al final, pero te esperaré ¿De acuerdo?

—Uhum, entendido. —Sonrió, era divertido que su alfa lo cuidara así.

—Bien, no olvidaste los trabajos ¿verdad?, porque solo te queda esta semana y otra a mí. Mi tesis, y luego la tuya, después, todo habrá terminado.

—Ya tengo mi tesis, solo falta corregir algunas cosas. En unos días la entregaré. —Comentó bajito.

—Ese es mi chico lindo. —Exclamó orgulloso, dejando un beso en su mejilla y otro en sus labios mientras acariciaba su cabello—. En una hora entonces...

Se separó, alejándose, sabiendo que Gun estaría bien y prometiendo volver por él si sentía la marca tensa o algo parecido. Debía protegerlo, porque odiaba verlo llorar, lamentarse y observar sangre o heridas en su pequeño cuerpo. No, bueno, aceptaba las marcas de su acoplamiento en el sexo. Pero las demás no.

Suspiró, debía tranquilizarse. Todo estaría bien, al menos hasta finales de diciembre. Aún no tenía bien definido donde llevaría a su novio a comer, una cita en noche buena sería algo que alegraría mucho a su pareja. Además iba a regalarle un pequeño anillo, uno en promesa, que implicaba casarse al menos por la ley y en unos años al tener más dinero y comprarle una linda casa, de forma más oficial, hacer una celebración grande o pequeña, cualquiera estaría bien.

Solo quería verlo emocionarse y sonreír, quería verlo feliz.

Seis semanas habían pasado y odiaba el trabajo. Su tesis había sido más larga de lo que creyó, sin embargo la terminó y corrigió para entregarla, por lo tanto solo debía esperar. Aunque no era momento de pensar en eso cuando su novio estaba recibiendo su reconocimiento frente de varias personas. Se estaba graduando, con una emoción fuerte. La misma que pudo sentir gracias a la marca y la conexión de sus lobos.

Tomó algunas fotos, estirando sus brazos cuando su novio corrió a él y se lanzó feliz a su pecho.

—¡Lo hice! ¡Por fin puedo dejar de leer todas esas cosas aburridas! —Gritó contento. Y él, bueno, sólo rió por lo lindo que se veía en ese momento.

Su cabello azabache, ojos brillantes color miel y ese aroma lleno de emoción. Lo hacían amarlo más. Estaba orgulloso de verlo feliz, tan dispuesto a mejorar.

—Tengo mi título, ya puedo trabajar en lo que más me gusta. Aunque claro, esperaré por ti, para poder postularnos juntos y entrar a una empresa de diseño.

—Me parece buena idea pero no debes esperar, cariño... —Tomó sus mejillas con delicadeza dejando el roce de sus labios. Gun no lo sabía pero su alfa se moría por llegar a casa y tenerlo en la cama. Quería abrazarlo hasta el siguiente día—. Estoy orgulloso de ti, de todo lo que hasta ahora has logrado. De lo lindo que eres y cómo pudiste soportarlo, todo. Te amo, Gunnie.

—Off. —Sus lágrimas bajaron, era casi imposible no llorar al escuchar esas lindas palabras.

Se dejó enredar entre los brazos fuertes, llorando de alegría y sintiendo como ese calor bonito en su pecho, era liberado.

No sólo podía gritar que lo amaba, sino también que tener una marca en su hombro como un regalo era lindo. Que adoraba verse cada mañana y verla ahí, de nuevo. A veces fresca en otras ocasiones no tanto.

Se avergonzada un poco si recordaba lo que habían hecho, aprovechar cualquier día y disfrutar de su placer. Dejar de lado el cansancio para dormir más agotados.

—También te amo, gracias por estar aquí.

Ya tenía una idea muy bonita para proponerle matrimonio, tal vez muy pronto. Había miedo, de que Gun le diera una negativa como respuesta y lo alejara de su vida. Pero se repetía, que su Omega le había prometido amarlo y nunca dejarlo. Y cada día, estando o no en la cama se lo decía en su oído. En susurros, en jadeos, en gritos llenos de placer o gritos de diversión.

Era fácil, Gun lo amaba. Tanto su parte humana como la lobezna.

—Gunnie, vamos a celebrar ¿Te parece?

—¡Me parece perfecto!

Faltaban pocos días para la noche buena y debía preparar todo.

Solo tal vez esperaba que todo saliera bien. Que su novio sintiera y aceptara, sino todo sería en vano.

"Te quiero, conmigo para siempre."

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ