Gun es un joven de dieciocho años. Un Omega puro que esconde su aroma con supresores, por miedo de ser marcado. Aunque, probablemente eso cambie cuando conozca a Off, un alfa que comenzará a defenderlo.
🍒 Contenido sexual explícito.
🌸Omegaverse...
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Con su cabello mojado, el agua corriendo por su espalda y trasero firme que lo ponía más que otra cosa, Off, se abstuvo de tocarle la cintura pequeña y pegarla a su abdomen.
—¿Que tanto me miras?
—Es que, eres sexy ¿Cómo puedo ducharme con tremendo manjar a mi lado?
La sonrisa coqueta de Gun lo decía todo. Se acercó y tomó las manos del alfa para colocarlas en su cintura, de la misma manera subió las suyas a los hombros para empujarse un poco hacia delante golpeando con intensión el pene del mayor.
—Eres travieso.
—Solo hazlo, no te cuesta nada. Será rápido ¿no?
Lo acercó más, llevando sus manos hacia la abertura de su trasero, apretando con gozo las nalgas para separarlas y tantear el esfínter donde se hundiría.
—Sube tu pierna cariño.
Obedeció, subió la pierna derecha dejando más espacio y sintiendo su propio miembro despertar ante las caricias.
Un jadeo lo reconoció, llevándolo a tomar el muslo de Gun para levantarlo un poco del suelo dejando la punta de su pene duro en la entrada. La pequeña y estimulada zona, estaba roja y mojada, deseosa de recibirlo.
—Off, vamos. —Se hundió, lo suficientemente duro para arrancar un gemido fuerte y ronco por parte de Gun, quien se sujetó con fuera de sus hombros y al mismo tiempo echó la cabeza hacia atrás con su cuerpo erizándose.
Le gustaba, cuando no tenía piedad con su cuerpo. Cuando seguía siendo duro y apasionado cada uno de los momentos donde se enterraba, donde golpeaba su interior.
—¡Oh!... más rápido.
Empujó, dejando una de sus manos en la pared atrás de Gun para empujarse con más fuerza. Entrando, saliendo y volviendo a golpear su próstata dejando en claro que solo él podía darle el placer que deseara.
—Off, bésame. P-Por favor.
Tomó sus labios bajo el agua. Sujetando con fuerza su pierna doblada y chupando de algún modo la lengua tímida de su novio.
Era dulce, como su aroma. Era fuerte, como su amor.
Supo que no debía esperar, separándose de sus labios con un chasquido, lamió la marca y volvió a morderla, sabiendo que lo adoraba. Cuando el gritó lleno de placer ante el mejor orgasmo que tuvo en su vida, lo invadió. Chorros de semen salieron intempestivamente de la polla de su novio y de la suya, que llenó su interior.
—Uhnng, A-Alfa... —No había sido por su culpa. Su omega estaba oliendo más fuerte de lo que recordaba—. Creo que debemos quedarnos en casa.
—Supongo que, si disfrutamos este día en cama no sería malo. —Le enjabonó el cuerpo, sin dejar de repartir besitos por su cuello y espalda.
Ya limpios, salieron con calma, se colocaron la ropa y fueron a dar al sofá, cada uno con una manta calientita.
