"Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴄɪɴᴄᴏ"

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Los días posteriores a la discusión y la bofetada Jungkook se sintió miserable. Su pecho dolía, su llanto aparecía de vez en cuando y el único sentimiento que parecía poder reemplazar su rabia era la sensación de traición. La tristeza se acumulaba en su interior y se exteriorizaba en lágrimas y llanto. La peor parte es que no sabía como detenerse.

Se sentía profundamente herido y traicionado. Indignado y abandonado de alguna manera. A pesar de que Kim Taehyung y él no compartieran la mejor relación, tomando en cuenta que Jungkook vivía a su lado por obligación, esperaba que al menos estuviera de su lado. Si la razón por la cual Jungkook estaba en el castillo era porque era su Omega y estaba obedeciendo a Taehyung con las manos atadas lo mínimo que esperaba era que Taehyung estuviera de su lado...No del lado de un institutriz.

El Alfa por su lado había intentado acercarse a Jungkook un par de veces, pero el Omega actuaba como a una pared de hielo interfiriendo en su camino. Cuando se cruzaban Jungkook seguía otra dirección sin siquiera mirarlo a los ojos. En ocasiones en las que Taehyung era demasiado directo solo se iba a otro lado. Por las noches casi se caía de la cama al dormir tan a la orilla, tomando la mayor distancia entre ambos y dándole la espalda. Después de todo tenían que compartir cama y cobijo. La misma mesa en la que comían, aunque Jungkook se limitaba a comer pan y tomar agua, temeroso de que Taehyung pudiera hacerlo sentir mal por comer las cosas deliciosas que rápidamente se había acostumbrado a comer cuando ni siquiera le dirigía la palabra. En otros momentos solo compartían el silencio.

Como aquella tarde calurosa. Como la mayoría de los días tomaban el té, aquella vez ninguno lo hacia realmente. El líquido se enfriaba en las tazas mientras que Alfa y Omega estaban sumidos en un silencio casi asfixiante. Jungkook no resistió mucho más tiempo manteniéndose quieto y comportándose como se supone que debería, así que apoyó los codos de la mesa cubrió su rostro, soltando un suspiro agotado. Aunque odiaba admitirlo, comenzaba a acostumbrarse a actuar como alguien que podría llevar la corona de Omega real. O al menos ya tenía la fachada.

-Hace calor para tomar té.-Dijo Taehyung. Las primeras palabras que le decía a Jungkook en el día.

-Ujum.-La primera respuesta de Jungkook en días.

No estaba de humor para seguir manteniendo su muro de hielo, el calor estaba derritiendo incluso sus pensamientos. Jungkook y Taehyung se miraron brevemente y el Alfa miró a otro punto tras Jungkook antes de hablar de nuevo.

-¿Te gustaría tomar un baño?

Jungkook hizo una mueca y la irritación lo golpeó.

-¿Me estás diciendo que apesto? Porque siendo sincero solo te he visto bañarte una vez desde que llegué aquí.

Taehyung pareció levemente molesto por su acusación, pero aún así respondió.

-Dos veces.

-No recuerdo la segunda vez.-Jungkook se cruzó de brazos y mantuvo su mirada azul con desafío. Las palabras salieron sin poder deterlas entonces.-¿Te gustaría abofetearme por eso también?

La voz de Jungkook salió estrangulada, lo cual odió porque lo hizo parecer débil, sin embargo mantuvo su mirada firme y lo suficientemente rabiosa. Taehyung tomó de nuevo su taza de té y tomó un sorbo. Jungkook sintió una punzada de indignación en su pecho. Taehyung había intentado enfrentarlo, ¿Por qué ahora que Jungkook estaba dispuesto a hablar no lo hacía? En el fondo, muy en el fondo para admitirlo, pero lo suficientemente superficial para ignorarlo Jungkook deseaba que Taehyung le pidiera disculpas. Quizá así dejaría de sentirse tan miserable, incluso si él se negaba a aceptar sus disculpas. Pero Taehyung no parecía querer hacerlo.

-¿No piensas decir nada?

-No debiste gritarme de aquella forma.-Se limitó a decir Taehyung frunciendo los hombros en un acto despreocupado, pero estos parecían tensos.

REIGN: Destino | Taekook | #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora