REIGN: Destino | Taekook | #2

"Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇᴄᴇ"

-Jungkook, debes decirme la verdad.

Jungkook estaba hecho una bola de miedo en la cama. Sus pies se sentían fríos a pesar del cálido de día y sus manos temblaban por los recuerdos que querían siempre en su cabeza. Hacía ya más de una hora desde que habían vuelto y se habían encerrado en su habitación, pero Taehyung no dejaba de presionar al Omega con preguntas que no sabía responder.

-No sé que verdad...-Susurró a penas el pelinegro, parpadeando para que las lágrimas que llenaban sus ojos dejaran de estorbar en su visión y mojaran sus mejillas de una vez.

Taehyung avanzó hasta él. Había estado caminando de lado a lado desde que llegaron, con las ideas revueltas y las dudas flotando a su alrededor. Se sentó a orillas de la cama, tendiendo su mano hacia la cabellera azabache del menor y acariciando con suavidad pese a su mala cara.

-Jungkook, te prometo no molestarme si me dices la verdad.

-¿Cuál verdad?-Preguntó Jungkook desesperado por olvidarse de todo lo que estaba ocurriendo.

-Si saliste del castillo...-La voz de Taehyung se alzó ante la poca comunicación de Jungkook.

-¿Cómo podría? ¿En qué momento?-Jungkook se sentó en su lugar mirándolo con agotamiento.-¿No te hubieras enterado ya? ¿Acaso...?

-¿Entonces cómo lo viste?-Taehyung lo tomó de los brazos y elevó su voz un poco más.-¿Cómo sabías dónde y como se encontraba el niño?

-¡No lo sé!-Jungkook gritó con fuerza y desesperación.-¡Tienes que creerme cuando te digo que no lo sé!-Sostuvo a Taehyung de los brazos también, clavándole sus uñas cortas y mirándolo con decepción.-¡¿Por qué no me crees, Tae?!

Seguido de la pregunta el espejo del tocador se quebró. Así, por su cuenta, como por arte de brujería. Ambos miraron los restos del espejo agrietado y Jungkook se arrastró contra Taehyung, abrazándolo con fuerza. El Alfa lo abrazó para hacerlo sentir seguro, pero Taehyung estaba actuando por instinto, pues estaba tan anonadado que ni siquiera podía pensar bien. La realidad lo golpeó bruscamente.

-¿Tú hiciste eso?-Preguntó en un murmuro bajo, con la voz más ronca.

-¡No!-Jungkook ocultó su rostro en el pecho del Alfa y sollozó.-¡Estaba justo aquí contigo!-Jungkook lloró asustado.-¿Qué es lo que está sucediendo?

-Creo...Que lo hiciste tú, Jungkook.-Taehyung miró a la nada, aún sin poder asimilar lo sucedido.

-¡No me culpes!-El pelinegro se separó de él y se señaló.-¿A-Acaso me viste arrojar algo? ¿Acaso me viste hacerlo?

En el fondo Jungkook comprendía el señalamiento de Taehyung, pues el sospechaba vagamente que algo malo pasaba con él.

Los ojos azules lo miraron con cuidado y sus labios finos se tensaron en un hilo. Jungkook se sintió pequeño y vigilado, como a un niño que estaban a punto de castigar.

-¿Y qué con lo de anoche? ¿Lo demás también se rompió por su cuenta?

-¿De qué hablas?

-Se rompió el jarrón, Jungkook. No te lo dije porque estaba preocupado por tu maldita pesadilla, esa maldita pesadilla ¿Qué me dices de eso también?-Presionó.-El niño sin ojos y sin lengua en el acantilado, el anillo en tu lengua como señal de que la suya ya no estaba. ¿Qué debería pensar?

-¡N-No lo sé, no sé que está pasando!-Jungkook derramó lágrimas calientes y se arrastró lejos de Taehyung, abrazándose a sí mismo.-No sé que está pasándome...

Taehyung lamentó no tener la respuesta correcta, pero tanteó un terreno en su búsqueda.

-Jungkook...¿Acaso practicas la brujería?