REIGN: Destino | Taekook | #2

"Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɴᴜᴇᴠᴇ"

La habitación se sumió en un silencio tan sofocante como el calor que abrazaba los cuerpos de Taehyung y Jungkook. El Omega estaba sobre su espalda en la cama, con el Alfa rubio sobre él entre sus piernas. Su pijama estaba siendo arrastrada por los dedos largos de Taehyung y pronto le fué arrebatada por el mismo. Taehyung se detuvo un momento para oler la prenda con profundidad. Jungkook tenía un aroma a manzanas rojas y fresas que hacía que Taehyung pensara en el campo y en la frescura y calidez del verano. Tiró la camisa de su pijama lejos y se hundió en su cuello, inhalando su aroma.

El Omega notó entonces que el desagrado que le tenía a Taehyung lo había llevado a confundir su aroma. Se percató entonces que no tenía un aroma amargo como pensaba, sino más bien ácido, como las fresas y las manzanas verdes. Picaba en su garganta y lo refrescaba. Tenían aromas demasiado similares. Deslizó sus manos por sus hombros y ahogó un gemido gustosos, sintiendo sus músculos contraerse.

Taehyung deslizó su lengua desde la curvatura de su cuello hasta su mejilla, barriendo su piel hasta sus labios luego. Jungkook que no estaba nada familiarizado con aquel sensual desliz apretó los labios. El Alfa lo tomó de las mejillas y lamió sus labios de nuevo, invitándolo a abrirse a él. Jungkook abrió sus labios y ante un suave apretón de Taehyung asomó su lengua. El Alfa la lamió y luego unió sus labios, hundiendo su lengua dentro de la boca del Omega y jugando con la suya.

Jungkook clavó sus cortas uñas en la piel de Taehyung, curvando los dedos de sus pies ante la ráfaga de placer que aquello envió a su cuerpo. Después de un rato Jungkook estaba sin aliento y tuvo que girar su cabeza para tomar aire. Taehyung aprovechó la situación para besar y lamer el cuello del Omega, chupando su piel y dejando marcas rojizas en su garganta.

Jungkook cubrió su boca con fuerza, ahogando todos los sonidos que el placer le hacia soltar sin permiso. Rodó los ojos al cielo cuando Taehyung bajó sus labios a sus pezones, lamiendo y mordiendo con hambre. Jungkook apretó los labios y empujó a Taehyung lejos de su pecho, sintiendo que si seguía ahí estallaría.

-Es demasiado.-Exhaló Jungkook.

Taehyung relamió sus labios y se alzó sobre Jungkook, comenzando a quitar los botones de su camisa.

-Ni siquiera hemos empezado, cariño.

Jungkook observó como el pecho de Taehyung quedaba al descubierto frente a él y no pudo evitar sentarse en su lugar cuando el Alfa dejó su camisa a un lado. Tocó la piel desnuda y bronceada del mayor, deslizando sus dedos de su pecho a su vientre, acariciando el borde de sus pantalones negro, observando el bulto entre ellos. Tragó duro subiendo su mirada a la azulada que lo miraba atento y serio. Jungkook podía notar la tensión en su rostro y sintió la necesidad de romper esa tensión y hacerlo sentir bien.

Sin pensarlo demasiado se inclinó hacia su pezón y lamió con suavidad, repitiendo la acción en el otro. Escuchó un suave suspiro de Taehyung y sintió su mano en su cabello, acariciando los. Jungkook besó y lamió la extensión de su pecho, rasguñando con sus dientes para imitar lo que Taehyung hacía con él momentos atrás.

Pronto fue empujado por Taehyung contra la cama. El ojiazul lo miró con deseo contenido y deslizó sus manos por su estrecha cintura, deslizándolas hasta estar dentro de sus pantalones de pijama, tocando sus caderas y moviendolas hasta su trasero. Jungkook mordió su labio para evitar gemir cuando Taehyung tiró de él a su dirección, arrastrando su trasero sobre su regazo. Jungkook llevó sus rodillas a su pecho, sintiéndose descubierto mientras Taehyung lo miraba desde arriba. Supo que jugó en su contra cuando Taehyung tiró de sus pantalones debajo de su trasero, dejando al descubierto su entrada humeda.

Taehyung empujó más las piernas de Jungkook contra su pecho, mirando el lubricante que se deslizaba de su entrada. El Omega sonrojado inhaló y exhaló como si se le complicara llevar aire a sus pulmones. No evitó ver como Taehyung observaba sus partes más privadas con deseo, pero se retorció en anticipación a cualquier movimiento del rubio.