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El coleccionista azotó la puerta principal al llegar a casa, mientras se dirigía hasta el sótano. No había visitado ese lugar en semanas, lo cual era muy extraño en él.

Cerró la puerta y enseguida encendió las luces, observando aquellas joyas sobre el estante. Aún recordaba cuán divertidas habían sido aquellas experiencias.

No podía creer que por un estúpido chico olvidara su obsesión. Él jamás lo haría, siempre conseguiría lo que quería.

Encendió un cigarrillo para intentar calmar aquellas ganas de matar, la ira que sentía por dentro al pensar en cómo Luke Hemmings le traicionó. Respiró hondo, no podía planear nada de lo que haría si estaba estresado.

Se sentó sobre un pequeño escritorio encontrado en la habitación, mientras el humo del cigarro rellenaba aquel vacío.

Quería que el rubio se arrepintiera de lo que le hizo, quería que supiera lo que era sufrir de verdad.

Se preguntaba una y otra vez cómo era posible que ese chico le pagara de tal forma todo el cariño que alguna vez le dio.

Sentía unas inmensas ganas de llorar, pero no lo haría, y menos por ese rubio. Se sentía estúpido, por fin comprendía por qué todos decían que cuando te enamoras cometes los peores errores. Su peor error, fue incluso olvidarse a sí mismo por pensar en él.

No le importaba ya todo lo vivido, sólo deseaba venganza, y no dudaba en que sería la mejor de todas.

×

Llamó a su celular. El sonido de espera se escuchó durante los siguientes segundos.

«contéstame, idiota» pensó, mientras colocaba el cigarrillo ya casi consumido sobre el cenizero.

"Mikey, ¡hola!" respondió el rubio finalmente.

«hijo de perra»

Tardó en darle una respuesta. Quiso gritarle todo lo que sentía en ese momento, hacerlo sentir como una basura, pero no lo hizo.

"Hola, lindo" trató de fingir lo más que pudo su tono de voz, para que ésta sonase tierna, no como si hubiese estado maldiciendo las últimas horas.

"¿Qué necesitas?"

«huy, perdón por interrumpirte mientras follabas con el tal Ashton, idiota» murmuró el coleccionista en su mente.

"Quería invitarte a cenar, acabo de cocinar para , amor"

"¿Enserio? No está mi madre, no puedo salirme así de la casa Mikey"

El coleccionista rodó los ojos.

"Vamos pequeño, hace mucho que no nos vemos, y no te preocupes por eso, yo mismo avisaré a tu madre donde estás"

"Em... está bien, pero tú me traerás de vuelta a casa ¿sí? Si no mi madre se enfadará"

"Por supuesto" el pelinegro sonrió ampliamente. Ya había olvidado lo que se sentía conseguir lo que quería.

×

Salía de la ducha colocándose su playera oscura favorita. Escuchó algunos toques en la puerta principal, a lo que fue a abrir de inmediato, encontrándose con el rubio.

Lucía tan atractivo como siempre, a pesar de todo. El coleccionista seguía pensando que el chico era físicamente perfecto.

Antes de que pudiese hablar, lo tomó de la cintura con fuerza y besó sus labios, sin dejar de pensar que ya habían sido de alguien más. Lo adentró en su hogar, sin despegarse de él un momento.

Comenzó a repartir besos por su mandíbula, succionando en algunas áreas y enseguida dejando manchitas rojas en esa piel palida.

Luke entre abrió sus ojos en un intento por conocer un poco el lugar donde vivía.
Algo que llamó completamente su atención, era aquella pintura enorme, encontrada en el centro de la sala. El cuadro mostraba un par de ojos de un color verde, el cual tenía una gran cantidad de pequeños detalles que le daban excelencia. En realidad, era una completa obra de arte. 

Su mirada exploró más allá, quizá habían fotos de él con su familia, o viejos amigos... pero no. Sólo retratos de ojos hermosos y coloridos por toda la habitación.

Quizá era su manera de expresar arte, eso fue lo único que atinó a pensar.

—¿Sabes Luke? Te he extrañado demasiado— le dijo mientras volvía a sostenerle la mirada.

—¿Enserio? Yo también te he extrañado— murmuró cerca de sus labios.

El coleccionista sonrió, sonrió de una manera que el rubio no pudo descifrar. Lo empujó fuerte en la pared, en donde comenzó a besarlo bruscamente, dejando sus delgados y pálidos labios completamente rojos. Introdujo su lengua en su boca, penetrándo ésta de la forma más caliente que pudo.

Deslizó la playera del rubio hacia arriba para luego deshacerse de ella, desabrochó sus pantalones y los dejó por algún lugar. Se quitó la playera para quedar con el dorso desnudo. Introdujo ambas manos en los bóxers del ojiazúl, y luego los deslizó sobre su piel suave.

El coleccionista quedó en bóxers en un momento más. Entonces puso sus manos sobre el trasero del rubio, sus piernas se posicionaron en sus caderas. Sin lubricación alguna, el pelinegro introdujo uno de sus dedos en la entrada del ojiazúl. Éste soltó un pequeño grito mientras clavaba sus uñas en su espalda.

Michael soltó una ligera risa, más para sí mismo. Comenzó a besarlo con ansias, tomando su labio inferior entre sus dientes. Comenzó a introducir su miembro en su entrada, rápido y de una sola estocada. El rubio soltó algunas pequeñas lágrimas, pero al coleccionista no le importaba.

Apretaba cada vez más su labio, mientras lo embestía. Cuando sintió el sabor de la sangre llegar a su lengua, se acercó a su oído:
"Ésto es lo menos que vas a recibir ésta noche, idiota" susurró.

Sus embestidas comenzaban a ser más fuertes, causando que la espalda del rubio chocase en repetidas ocasiones contra la pared rasposa. Seguro las marcas no tardarían en aparecer.

—Para— murmuró el rubio cuando aquel placer comenzaba a convertirse en dolor puro.

El coleccionista lo ignoró. Sus uñas rasguñaban sus caderas y la extensión de sus largas piernas, dejando rojizas marcas por todo rumbo. Luke cerraba fuerte sus párpados, mientras las lágrimas salían sin parar.

—Me estás lastimando— le dijo con la respiración agitada, mientras intentaba torpemente alejarlo de su cuerpo.

—Ese es mi objetivo— respondió el chico de cabellos oscuros.

En unos minutos más, se corrió dentro de él, para luego dejarlo caer sobre el suelo sin piedad alguna. El rubio comenzó a vestirse nuevamente, para salir lo más rápido posible de ahí, pero entonces, cuando se levantó del suelo el coleccionista bloqueó la salida, parándose al frente de él.

—¿Qué es lo que te pasa?— le dijo con el terror apoderándose de todo su cuerpo.

—Pagarás por lo que me hiciste, ¿necesitas alguna otra explicación para darte cuenta?

×

El siguiente ya es el capítulo final, (creo) así que intentaré subirlo lo más pronto que se pueda;)

Extrañaré escribir Eyes :'c hdiwnxkdo

No se olviden de leer Empty, mi nueva historia escrita con mucho amor y lujuria (?

Y por favor no me acuchillen ni nada parecido, yo sé que ustedes son unas compulsivas que de seguro incendiarán mi casa (? Jdowndwmsow igual las amo, hasta la próxima!

|E y e s| •Muke• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora