Solo tú

Te lo mereces y lo sabes.

—Mamá de verdad... No tengo ganas ningunas.- le dije sin despegar mi vista de la ventana.
—Sophie, vamos ha olvidar a Lando ¿vale? A lo mejor si que está malo de verdad y no te ha dejado plantada por otra...
—Mamá, pero es que tengo una acorazonada.- le dije ahora sí mirándole.
—Bueno, ya lo descubriremos, ¿si? Hablemos de otra cosa, cariño.
—Bueno, pues no sé si prefiero quedarme callada...
—¿Quién fué?
—Charles está saliendo con una chica y no me lo cuenta, sé que es una tontería, pero siento que estamos perdiendo confianza y no sabes lo duro que está siendo ver cómo la mejor persona de tu vida se está distanciando poco a poco de ti...- me sinceré a mi madre con ojos a rebosar de lágrimas. Todo se me estaba juntando...
—Sophie cariño, Charles te ama con todo su corazón y seguro que está esperando a que todo vaya sobre ruedas, de todas maneras, creo que será mejor que hables con él.- me dijo mi madre esperando a que el semáforo se pusiese en verde.
—¿¡Ese es Lando?!- grité haciendo que mi madre pegase un salto del asiento.— ¡Joder! ¡Te lo dije!- repetía una y otra vez mientras sentía que el corazón se me iba a salir del pecho y las lágrimas estaban inundando el coche.
—Sophie, tranquilízate, por favor. Vamos ha aparcar.¿Si?- yo no podía relajarme, ver que me ha mentido con la barbie me podía. ¿Qué tenía ella que yo no? Un cuerpazo, claro.
—Joder mamá. Estoy harta. Es que estoy enamorada hasta las trancas pero no tengo valor de decírselo, por que sé que me va ha rechazar y sé que se me va ha partir el corazón en mil pedazos y nadie lo va ha poder reparar.- le dije entre lágrimas.
—Vamos.- dijo está dándome la mano. Llegamos a la playa, ella sabe que tengo una conexión increíble con el mar y que siempre que estoy mal voy hasta allí corriendo.
—Grita. Desata toda la rabia que tienes.- me dijo mi madre mientras me soltaba de la mano para que pudiese correr y hacer lo que me dijo.
...
Eran las díez de la noche cuando íbamos de camino a por una pizza, tradición. Cenábamos Jullie, Leo mi madre y yo cuando alguno de los cuatro estábamos mal.
—De verdad que Lando es un cabrón. Eres demasiado para él Soph.- me dijo mi hermana Jullie cogiendo un trozo de pizza para ofrecérmelo al cual yo me negué.
—Me voy a dormir...- dije levantándome de la mesa para darle un beso a los tres y coger a mi gato para llevármelo a mi habitación.
...
Martes 24 de mayo
Eran las ocho de la mañana cuando me desperté y fuí directa al baño para ducharme y lavarme los dientes antes de bajar y hacerme el desayuno y encender la tele para terminar de ver "End game"
—¿Soph?
—Hola Charles.
—¿Estas en casa?
—Lo estoy. Pero no quiero que vengas.
—¿Todo bien?
—Todo bien.-dije para finalizar la conversación de WhatsApp.
Después de recoger la cocina y limpiar mi cuarto cogí las llaves de mi coche y fuí directa al hotel en el que se hospedaba Lando, pero antes me tenía que pasar por Starbucks, le llevaría un café, para que se pusiese "mejor"
—¿Carlos? Buenos días- le dije mediante el maños libres del coche.
—¡Buenos días Sophie! ¿Que pasó?
—Bueno pues resulta que voy para vuestro hotel.
—¿Para?...
Tras contarle todo lo sucedido la última noche estaba de acuerdo con mi plan, decía que es un auténtico niñato y que no tenía nada claro.
—Ya me dices cuando termines, ¿vale? Y cualquier cosa me avisas.
—Vale, en cuanto termine te llamo.-dije colgándole para salir del coche y pedir el café para el don mentiras.
Cuando llegué al hotel fui directa a la habitación 710 en la cual dormía Lando y si rezo algunos aves maría no estaría la Barbie.
Estaba en frente de la puerta cuando me empezaron ha temblar las piernas y el corazón a latir más rápido de lo que debería. Toqué la puerta y me abrió Lando todo despeinado, pero si que me gustaba más así, no lo puedo negar.
—¡Lando!- le dije con una sonrisa bien falsa.
—Oh...Sophie, no te esperaba aquí...- me dijo este encajando la puerta de la habitación.
—Ya, bueno... Yo tampoco tenía pensado venir, pero pues fuí a por un café y me acordé de ti. ¿Puedo pasar y nos lo tomamos en la terraza? ¡Hace muy buen tiempo!- le dije sonriente.
—No...Ósea. Es que tengo la habitación echa un desastre y no quiero pegarte el resfriado... Como el jueves tienes la graduación...- dijo el inglés mirando de un lado a otro.
—Bueno... ¿Y como te encuentras?- le pregunté esperando a que me dijese la verdad.
—¡Lando!¿Vienes?¿Te estoy esperando?- dijo una voz femenina proveniente de la habitación. Cuando Lando escuchó esto y me miró mi cara cambió completamente, la sonrisa se esfumó, fué sustituida por lágrimas.
—Lo sabía cabrón.- le dije tirándole el café.- Que disfrutes el puto café con la perra de Jenna.- dije limpiándome las lágrimas mientras me daba la vuelta para buscar a Carlos y llorarle.
—¡Sophie, espera!- gritaba Lando. Demasiado tarde...
No andé prácticamente ya que la habitación de Carlos era la 712.
—Carlos...- dije mientras aporreaba la puerta para que me abriese.
—¡Sophie! ¿¡Estas bien?!- me decía Carlos mientras me cogía del brazo para que entrase y me sentase.
—No,no lo estoy. Y perdón si te ofende, pero odio a tu amigo. Odio a Lando con todo mi ser, pero también le amo, Carlos. Y me jode muchísimo que él me esté jodiendo con la estúpida de Jenna. Por qué de verdad, que pensaba que yo también le gustaba. Pero ya hemos podido comprobar que no.- le dije llorando como una magdalena. Sinceramente, no sé cómo Carlos entendió lo que le estaba diciendo, por que me costaba entenderme hasta a mí por mi voz que se entrecortaba de todas las lágrimas que salían de mis ojos por un chico que claramente no me merece. Pero soy así, me gustan los peores. Mi yo de 13 años no estaría nada orgullosa de mi yo de estos momentos.
—Tranquila Sophie, Lando no habla ni ha hablado nunca de ninguna chica, pero desde que estás tú, no para de nombrarte en cada conversación. Algo tiene que significar, y lo vamos ha averiguar...¿vale?- me dijo acariciándome la espalda para que me tranquilizase.
—Gracias Carlos, de verdad. Me voy a la playa y luego voy ha buscar a Charles. Después hablamos,¿vale?- le dije levantándome de la cama para despedirme con un abrazo.