Espera,¿qué?

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—¿Lando?
—Lo siento tanto, Sophie.- dijo este con ojos rojos y un gran ramo de flores compuesto por varias rosas preciosas de un color rojo intenso.
—¿Que te pasó Lan?- le pregunté mientras le cogía de la mano guiándolo hacia el sofá.
—Yo te lo quise decir todo anoche...Pero- no deje que terminase.
—¿Anoche?
—Sophie, te recogí de la calle.
—Espera, ¿que? No estoy entendiendo nada.
—Sophie estabas muy tomada, y estabas caminando sola a las cuatro y pico de la mañana por mónaco.
—¿Tú me has trajiste aqui?
—Sí.- me dijo frotándose los ojos.
—Muchísimas gracias, de verdad.-le dije antes de levantarme para darle un beso en la mejilla e ir a la cocina para darle un café.-¿Café?- le pregunte y él solo asintió.
—Mira Sophie...
—Lando no tienes porque explicarme nada, sé que estás con una chica. De hecho me la encontré en el club.
—¿Cómo?- me preguntó dejando la taza en la mesita que había delante suya.
—Salí con Pierre y casualmente estaba allí. Me extrañó verla sola... Bueno, sola sola no estaba... Me refiero a que me pareció raro el verla sin tí.- le dije claramente nerviosa mientras mi pierna temblaba y mis manos estaban inquietas.
—Sophie, no somos nada.- dijo Lando tras estar un rato sosteniéndome la mirada.-Son asuntos de mi padre.- me dijo poniendo su mano en mi pierna haciendo que esta dejase de temblar poco a poco.—No estes nerviosa,¿si?- dijo levantándose del sofá para darme las dos manos y llevarme fuera.—Pascale, si me permite me llevo a su hija, en un rato se la devuelvo.
—Lando... Tengo que prepararme y todo eso...
—Vete Sophie, está todo listo.- dijo mi madre empujándome hacia Lando.
Pensaba que iríamos en coche, pero dimos un largo paseo, de vez en cuando había un silencio incómodo pero nada de lo que preocuparse por que lo demás del camino hasta la playa estuvo lleno de conversación.
—¿Por qué?- le pregunté por fin.
—¿Por qué que?
—Por qué ella si y yo no.- me atreví a soltar.
—Sophie...
—¿Es por qué tiene mejores curvas, más pechos y más culo? ¿O es porque es una falsa de mierda y te hace ver que es la putilla perfecta?-hice una pausa después de escuchar lo que realmente había dicho, no voy ha mentir. Me había salido desde lo más dentro de mí.
—La has cagado Sophie.¿Lo sabías?-dijo Lando cambiando su tono amigable.
—No, la que la ha cagado ha sido ella después de amenazarme.- se me escapó. Y al instante ya tenia ambas manos ocultando mi boca.
—Hemos llegado.- dijo cortante, claramente sin responder a lo que anteriormente le había dicho.
Después de desayunar cojo mi teléfono para mirar todos los mensajes y novedades que no me dio tiempo de ver al despertar.
—Lan...- le dije enseñándole mi teléfono. Se había vuelto ha repetir lo de Pierre.
—Ostia puta...

—No es la primera vez, pero espero que si la última

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—No es la primera vez, pero espero que si la última.- le dije apartando la mirada de la pantalla.
—Vámonos.-dijo rápidamente.
—Pero-
—Nos vamos Sophie.
Andamos rápido...Bueno, más bien él andaba rápido y yo pues le tenia que seguir. Más bien, estábamos huyendo de la gente y de periodistas chismosos. En tanto tiempo que he estado en Mónaco, no he visto a tantísimos periodistas.
—Bueno, emm...- le dije a Lando antes de entrar a casa.
—Mañana nos vemos Sophie.-dijo este dándome un abrazo antes de darse la vuelta para irse.

—¡¿MAÑANA NOS VEMOS?!- le dije a mi hermana nada más subir las escaleras e ir hacia su habitación.
—¿Qué?- me preguntó ella claramente confundida.
—Eso significa que no vendrá a mi graduación... Soy una estúpida por haberme hecho ilusiones, joder.-dije reteniendo las lágrimas.- Si se nota desde lejos que prefiere a la barbie.-le dije a mi hermana como si estuviese enterada de todo.
—Te vuelvo ha preguntar Sophie, ¿¡Que!?
—A ver... Hemos dado un paseo después de que se presentase con un ramo de rosas y todo ese rollo que te he contado antes. Y unos putos paparazzis nos han hechado fotos mientras caminábamos juntos y bueno...-le dije mientras me echaba de plancha en su cama.
—Olvídate de eso ahora mismo,Sophie. Ve a la ducha, arréglate y todas esas mierdas, que hoy es tu graduación.
Le dí un pequeño gracias a mi hermana antes de salir de la habitación y bajar a la planta de abajo.
...
Ya estaba lista, me había ondulado el pelo y porfin llegó la hora de ponerse el vestido azul, aquel con el que Herve me quería ver puesto pero no pudo ser, el destino, que ya viene escrito antes de que nazcamos. Me puse los pendientes de mi madre y unos preciosos tacones de aguja de un color perla preciosos. De la boda de Pascale. Antes de irnos mi hermana me pintó un poco.
Bajé las escaleras, en la sala de estar se encontraba toda mi familia. La cual al verme se echaron a llorar... Bueno, más bien mi madre y Pascale.
—Estas...-empezó mi madre
—Preciosa.-terminó Lando. Efectivamente LANDO NORRIS.¿De donde mierda había salido? No sé estoy demasiado confundida, pero ahora mismo solo quería abrazar a mi madre. Y así fue.
—Muchísimas gracias.-dije con los ojos brillantes.
—No llores Soph, el maquillaje tiene que durar hasta por lo menos las siete de la tarde.- me dijo Charles, el cual estaba acompañado de sus hermanos.

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